Sorpresa. Esa fue la sensación que embargó a los comensales que este lunes por la noche cenaban en un conocido restaurante del centro de Vitoria. Se sorprendieron cuando Bernd Krottmayer, director de la fábrica de Mercedes en la capital alavesa -la empresa más grande de Euskadi, no se olvide-, tomaba el micrófono para anunciar que él mismo y una decena de directivos de la multinacional iban a comer ostras para celebrar la noche.
Celebraban, claro está, la ampliación de la fábrica vitoriana de la compañía por mil millones de euros que al día siguiente, este martes, bendecían tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el lehendakari, Iñigo Urkullu. Ambos políticos visitaban la factoría alavesa acompañados por decenas de autoriades municipales, forales, autonómicas y nacionales.
Volvamos a la cena de marras, en todo caso, porque esta confidente pudo presenciar en primera persona, muy cerca de la plana mayor de Mercedes, cómo Krottmayer animaba a sus compañeros de mesa y anunciaba el banquete. Una cena que se celebraba, como ya se ha dicho, sólo unas pocas horas antes de que la compañía alemana abriera las puertas de su sede vitoriana para recibir a todas esas autoridades...
Nada que reprochar a los asistentes, claro. No podemos más que alabar su buen gusto culinario. De hecho, puestas a elegir, servidora se queda con las ostras antes que con tanto masaje político y periodístico sonrojante como los que pudieron verse y leerse este martes en la capital de Euskadi.