El PNV celebra los resultados electorales vascos / LUIS TEJIDO - EFE

El PNV celebra los resultados electorales vascos / LUIS TEJIDO - EFE

Opinión

Tres lecciones random que nos dejan las autonómicas vascas

30 abril, 2024 05:00

Sí, ya sé que en el vertiginoso mundo en el que nos movemos, las elecciones vascas parece que sucedieron hace una eternidad. Con el permiso de periodos de reflexión presidenciales he de decir que las vascas fueron hace poco más de una semana y siempre he reivindicado y lo seguiré haciendo que la ciencia política necesita tiempo y calma.

Aun así, los lectores ya se habrán encontrado sesudos 'análisis' y lecturas profundas que seguramente sean muy válidas, pero que en mi humilde opinión deben estar acompañadas de la siguente advertencia: "Esta es una lectura rápida de los resultados electorales en Euskadi. Cualquier parecido con la realidad puede ser mera coincidencia".

Es por esto, y a pesar de haber pasado más de una semana, que este artículo debe ser puesto en cuarentena. Aún quedan muchos datos y hechos por analizar en detalle. No quería, sin embargo, dejar de ofrecer mi lectura rápida de los resultados electorales en Euskadi, pero lo acompaño de la advertencia mencionada y lo plasmo en un formato poco científico (los algoritmos, seguramente me lo agradecerán). Así que ahí van mis tres lecciones random que nos dejan las autonómicas vascas:

Baja calidad

1ª lección: Estamos construyendo una democracia de baja calidad: Empecemos fuerte. Las participaciones en estas elecciones se han situado en el 63% y si bien es cierto que no son las elecciones con menor participación de la historia, se sitúan entre las participaciones más bajas.

Además, hemos de tener en cuenta que estas elecciones eran de un clima competitivo muy elevado. La rivalidad entre PNV y EH Bildu debería haber animado a participar a mucha más gente. Para que nos hagamos una idea a parte de esta elección, solo otra ha sido de la misma intensidad, las elecciones de 2001 con el PP de Mayor Oreja acercándose al PNV y provocando una movilización histórica a favor de los jeltzale. 

Aquella elección tuvo un 78% de participación y fueron históricas y difíciles de repetir. No se esperan participaciones como las de aquella ocasión (es parte de la crisis de la democracia), pero sí que la participación hubiese despuntado más. Otro factor importante para el análisis. Con este nivel mantenido de participación, hay sectores poblacionales que están quedando excluidos de la participación electoral y son los sectores de rentas más bajas y como la pobreza es también muy segmentada podemos decir que vascos y vascas hijas de migrantes, mujeres y jóvenes tienen niveles de participación menores. No les estoy responsabilizando a ellos, si no van a votar es porque alguien no les está ofreciendo los incentivos necesarios. Esta aporofobia y segregación electoral es insostenible a largo plazo en la democracia postETA que estamos construyendo ahora mismo.

Nadie pierde

2ª lección: Todos ganan, nadie pierde: El PNV gana porque mantiene lehendakaritza a pesar de haber perdido más de 4 puntos porcentuales de voto. EH Bildu gana porque empata en escaños al PNV y ve más cerca aquella utopía del gobierno vasco abertzale de izquierdas, pero sin el sorpaso tan ansiado.

El PSE gana porque tiene mayor capacidad de negociación al ganar 2 escaños a pesar de ser el partido que menos crece porcentualmente de los que crecen. El PP gana porque ya ha terminado de digerir a Ciudadanos y eso a pesar de que su papel en la política vasca seguirá siendo testimonial. Sumar gana porque entra como formación a pesar de que su parlamentario repite legislatura y de que el espacio autodenominado izquierda confederal o quinto espacio (sea lo que sea lo que quieran decir ambas acepciones) ha pasado en 8 años de 11 escaños a 1 y de 157.000 votos a 58.000 votos.

La que si es una derrota sin paliativos, y así lo reconocen, es la de Podemos. Todos ganan para descrédito de los discursos de noche electoral que ya solo escuchan medios de comunicación y militantes. Mientras tanto politólogos y politólogas seguiremos ofreciendo a la sociedad criterios claros y objetivos para determinar el ganador de unas elecciones sin eufemismos ni trampas argumentativas o dialécticas.

Sin escuchar

3ª lección (y la más preocupante): Al día siguiente todos saben lo que las sociedades les ha querido decir: Pues sí. Las lecturas más tempranas y seguramente las más desacertadas son las que hacen nuestra clase política. Es curioso porque ellos mismos (receptores del mensaje), se han autonombrado como intérpretes del sentir y del mensaje social.

La escuela de Frankfurt tiene que estar sorprendida con tan rápida lectura, cuando a ellos les costaban décadas de investigaciones interpretar (y con margen de error) a la opinión pública. Me gustaría saber cuál de nuestros candidatos ha leído a Habermars, tiene claro cuál es el concepto de Espiral del Silencio o ha mantenido una conversación académica con Manuel Castells en torno a su obra 'Comunicación y Poder'.

En cualquier caso, lo preocupante es que nuestros políticos interpreten el mensaje social de unas elecciones a su conveniencia estratégica sin escuchar a la sociedad civil, ni a sus asociaciones, ni a sus académicos, ni a sus ciudadanos. Supongo que si lo hiciesen constatarían algo que ya intuyen: La gente se empieza a cansar de que todos halen en su nombre sin haberles escuchado realmente.

Lo preocupante desde mi punto de vista es lo tremendamente antidemocrático que quedan estas afirmaciones tan grandilocuentes y la mala imagen que dan de un liderazgo político mal concebido.

Para finalizar, recordatorio a los lectores: mi disciplina exige para análisis certeros tiempo y tranquilidad. Les invito a que lean a politólogas y politólogos y nos interpelen con sentido crítico y debates dialecticos enriquecedores. A día de hoy espero mucho más de los votantes que de nuestra clase política.