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¿Quién piensa en nuestros jóvenes? Viendo la actualidad política, con todo lo que se ha hablado del famoso decreto que entre otras cosas va a revalorizar las pensiones, pareciera que lo más importante en España es qué ocurra con lo que perciben los pensionistas. Eso es muy relevante para la economía de un país, por supuesto, pero no es el único problema que tenemos.

¿Quién piensa en los menores de 40 años? Esta misma semana el Círculo de Empresarios publicaba un interesante estudio llamado "Juventud y empresa". Un documento donde queda clara la precariedad de los jóvenes en nuestro país.

Los jóvenes son el único tramo de edad que todavía no ha recuperado los niveles de poder adquisitivo previos a la crisis de 2008. La tasa de paro juvenil en España, que supera el 22%, dobla la media europea. Más de un 9% de los jóvenes que terminan estudios universitarios no encuentran trabajo.

A esto hay que añadir otros problemas conocidos como las dificultades de acceso a la vivienda. Pero es que este informe aporta otros datos interesantes. Por ejemplo, la renta media de los jóvenes por debajo de los 30 años se ha desplomado un 10% desde el citado 2008.

Datos, datos y más datos que, sumados a otros hechos, apuntan a una misma dirección: la perpetua crisis que viven los más jóvenes en Euskadi y en toda España.

Las políticas públicas deberían estar más centradas en la juventud.

A lo que dice este estudio hay que sumar otras cuestiones como el problema que tienen las empresas vascas para captar y retener talento. Y otros informes señalan también que quienes están por debajo de los 40 años son quienes más riesgo de pobreza presentan, sobre todo si tienen hijos.

Desde aquí pedimos a políticos e instituciones que piensen más en los jóvenes. Hay que legislar y poner soluciones sobre la mesa. Porque últimamente en el debate público está la vivienda, sí, pero no se habla tanto de las condiciones que encuentran en las empresas, de los contratos, de la temporalidad, etcétera.

Esto no es blanco o negro. No se trata de que nos olvidemos de los pensionistas, ni muchísimo menos. Sólo es que parece necesario que tanto en el Congreso de los Diputados como en el Parlamento vasco se hable más de los problemas de la gente joven.

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