El auténtico cuponazo era Papá Estado

Recuerdo muy bien cómo, en las clases de religión, nos enseñaban las parábolas del Nuevo Testamento. Esos microcuentos de los que extraer una lección moral que según la Madre Mari Carmen nos enseñarían a caminar por la vida con valores cristianos y más humanidad.

El grano de mostaza, la oveja perdida o una de mis favoritas, el hijo pródigo. Seguro que la recuerdan; el menor de los hermanos pide su parte de la herencia, la dilapida y sufre necesidad. Humildemente pide a su padre que lo acoja de nuevo como jornalero, en cambio, el progenitor celebra la vuelta de quien ha aprendido la lección mientras el primogénito, ejemplo de responsabilidad, no comprende que su hermano sea recibido con una fiesta tras su mal comportamiento.

La propuesta que lleva M.ª Jesús Montero al Consejo de Política Fiscal y Financiera, es decir, Ministerio de Hacienda y CC.AA., sin Haciendas Forales, es la condonación de más de 83.000 millones de euros. Una medida sin precedentes que nace a raíz del acuerdo de investidura entre PSOE y ERC en el que acordaron una quita para Catalunya.

Ahora ese perdón pródigo alcanza al resto de comunidades. Si bien para los catalanes representa una reducción del 22% de su deuda actual, un montante nada desdeñable que representa 17.000 millones, las comunidades gobernadas por el Partido Popular acabarían siendo las más beneficiadas.

En primer lugar Andalucía, donde por cierto la ministra Montero es la nueva cabeza de lista socialista, que se ahorraría pagar casi 19.000 millones y sus correspondientes intereses de la deuda con el Estado a través de los Fondos de Liquidez Autonómica (FLA).

En segundo lugar Catalunya, seguida por la Comunidad Valenciana con 11.210 millones y Comunidad de Madrid, que aunque no adeuda al FLA, le condonarían 8.644 millones de otros acreedores. 3 de cada 5 euros son los que asumiría el Estado en deuda de las comunidades gobernadas por los populares.

A pesar de ser los grandes beneficiados, Alberto Núñez Feijóo se ha alineado con la postura de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso en la que solo ve la prebenda hacia el hijo catalán que dilapidó la herencia del padre, y han anunciado su no en el Consejo de Política Fiscal.

Lo cierto es que es poco realista creerse que esta negativa aguantará hasta el final. Me parece imposible que Papá Estado se ofrezca a pagarte las deudas y el orgullo de oponerse por sistema se anteponga a la practicidad de liberarte de inmensas cargas económicas. La prueba del algodón llegará cuando esta medida pase por votación en el Congreso, y eso como pronto sucederá a finales de 2025. Demasiado tiempo para permitirse un donde dije digo, digo Diego.

Desde luego si yo estuviera al frente de la gobernanza de una comunidad autónoma no me resistiría a que mis vecinos pagasen mi deuda de manera mancomunada, porque el débito no se esfuma, no desaparece, no deja de existir, solo que lo vamos a pagar entro todos y todas.

Por tanto, todos y todas tendremos algo que decir sobre ese traspaso de cargas, incluidas las Haciendas Forales, si finalmente en esa mancomunación son asumidoras del 6,24 y 1,6% de esos 83.252 euros respectivamente C.A.V. y Navarra. Sobre todo, porque el Estado condonará de manera incondicional ese montante y mire usted, ese trago es más complicado de pasarlo por el gaznate. Según el consejero D´Anjou en principio la quita no afectará al Cupo, veremos.

¿Para qué servirá la condonación de la deuda si el dinero que se ahorrarán las comunidades de régimen común no van a ser finalista? ¿Seguirán las comunidades gobernadas por el PP rebajando impuestos de competencia autonómica? ¿No se exigirán planes de mejora en políticas sociales como la urgente inversión en vivienda pública?

Lo de rebajar puede estar muy bien, pero permitir que se sigan cometiendo errores de gestión es premiar la irresponsabilidad política. No es acoger al hijo pródigo arrepentido y enmendado, sino seguir consintiendo excesos y abusos al calor de un Estado que traga con todo.

Tanto hablar del cuponazo vasco y del privilegio que supone un Concierto económico o un Convenio navarro que a la luz queda lo evidente. Aquí no hay más cera que la que arde, y es que las Haciendas Forales asumen todos los riesgo sin apoyo del Estado. Y por cierto, ¿para cuándo se abordará el auténtico debate medular sobre la financiación autonómica?

Gobierno vasco analizará la "letra pequeña" de la condonación de la deuda a partir de 2027