Aitor Esteban y ¿el nuevo PNV?
Aitor Esteban y ¿el nuevo PNV?
Una imagen simbólica para un partido que necesita reubicarse en el mapa
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El último fin de semana de marzo, el PNV elegirá a Aitor Esteban como su nuevo presidente. Candidatura única, sin sorpresas, sin ruido. Pero eso no significa que el camino vaya a ser fácil.
Para empezar, el partido ha lanzado su mensaje: “Alderdia gara / Somos el partido”. No es casualidad. Es un eslogan que llevan meses utilizando y que ahora refuerzan más que nunca. Porque si algo quiere dejar claro el PNV es que, por mucho que EH Bildu les pise los talones, ellos siguen siendo EL partido de Euskadi.
Cartel de la candidatura / PNV
El cartel de la candidatura también dice mucho. Siluetas mirando a la derecha. En diseño gráfico occidental, eso significa futuro. Una imagen simbólica para un partido que necesita reubicarse en el mapa. Pero el futuro no está escrito, y Esteban entra en un PNV con muchas necesidades y un escenario lleno de incógnitas.
El PNV es grande, con estructuras complejas y con un poder más descentralizado de lo que a veces se cree. Y ese es uno de sus mayores retos: mantener la cohesión interna mientras se reconfigura externamente. La elección de Aitor Esteban como única opción ya indicaba que lo último que querían era una fractura. Pero una candidatura única no significa unanimidad. Habrá que usar mucho pegamento.
Aitor Esteban es, ahora mismo, la cara más viralizable del PNV
El nuevo presidente tiene dos años hasta la gran prueba de fuego: las elecciones forales y municipales. Parece lejos, pero en política el tiempo corre rápido. Ahí se verá si su liderazgo ha funcionado o si el partido sigue perdiendo terreno.
Y luego está su propio reto personal. Aitor Esteban es, ahora mismo, la cara más viralizable del PNV. Su estilo en Madrid, sus réplicas en el Congreso, su perfil sólido en política estatal… Todo eso le ha dado un reconocimiento que pocos políticos vascos tienen fuera de Euskadi. Pero ahora el foco cambia. Pasar de ser la voz en Madrid a ser el líder del partido no es un simple ajuste de despacho, es una reconfiguración completa de su marca personal.
Así que sí, Aitor Esteban llega con respaldo, pero también con presión. Empieza su mandato con la tarea de unir, fortalecer y proyectar un PNV que no quiere dejar de ser “el partido” de Euskadi. Y en política, el título no se hereda. Se gana.
