Manifestación del movimiento feminista EFE
Minerva, María Teresa y Patria Mirabal son los nombres de tres mujeres asesinadas por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en 1960. Ellas fueron las que se atrevieron a cuestionar al sanguinario dictador de República Dominicana y quienes, bajo el nombre de Las Mariposas, lucharon por la libertad.
Cuenta la historia que Minerva conoció a Trujillo en una fiesta en la que el dictador intentó cortejarla sin éxito. El rechazo público supuso una humillación para alguien acostumbrado únicamente al sí, por lo que decidió iniciar una persecución no solo contra ella, sino también contra sus hermanas.
Las tres fueron detenidas en varias ocasiones, pero ellas continuaron con su militancia para derrocar al dictador. Un 25 de noviembre fueron interceptadas por el Servicio de Inteligencia Militar, torturadas brutalmente, estranguladas y arrojadas por un barranco en el propio coche en el que viajaban con la intención de simular un accidente.
Ellas fueron las que se atrevieron a cuestionar al sanguinario dictador de República Dominicana y quienes, bajo el nombre de Las Mariposas, lucharon por la libertad
El asesinato conmocionó a la sociedad dominicana e impulsó un movimiento que acabó por derrocar al dictador seis meses después. Ellas, las mariposas, se convirtieron en un símbolo contra la violencia. En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe declaró el 25N como día de acción y denuncia de la violencia hacia las mujeres en homenaje a las Mirabal.
Esta es una de esas historias que no se cuentan en las escuelas. Hablamos del presente y nos olvidamos de un pasado que con mucho esfuerzo, sacrificio y dolor puso las bases de lo que hoy es una lucha que no debe parar por mucho que algunos la cuestionen con fuerza.
Aun en este 2025 es necesario visibilizar, denunciar y combatir todas las formas de violencia hacia las mujeres. Hablamos de violencia física, psicológica, económica, laboral, vicaria, simbólica, sexual o digital. Hablamos de todas aquellas formas de ejercer poder y dominio sobre las mujeres por el mero hecho de serlo. No debemos olvidar el trabajo que tantas mujeres han realizado a lo largo de la historia para liberarnos a todas de una violencia que hoy continúa presente.
El 25N se declaró como día de acción y denuncia de la violencia hacia las mujeres en homenaje a las Mirabal
Los datos son fríos pero necesarios. El año pasado, 51.100 mujeres y niñas fueron asesinadas en todo el mundo por personas cercanas a ellas. Una cada diez minutos. En España, el año se cerró con 48 mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas y 9 niños y niñas fueron víctimas de la violencia vicaria.
Pero mientras ofrecemos estos datos, el 2025 quedará como el año en el que por cuestiones políticas, por un puñado de votos, las fuerzas políticas españolas no han sido capaces de alcanzar un acuerdo para firmar un manifiesto de consenso contra la violencia de género.
Por primera vez, la Federación de Municipios y Provincias no tuvo manifiesto unitario al no haber acuerdo entre el PSOE y el PP sobre un texto que, según los populares, debía de incluir un "mea culpa" socialista por el caso de las pulseras para maltratadores que no funcionaron como debían y dejaron expuestas a las mujeres ante sus agresores.
Sin duda fue un asunto gravísimo que merece la rectificación de sus responsables y el relevo en el cargo de quienes lo provocaron. Sin embargo, cada momento, cada lugar, cada jornada, merece dejar de lado los intereses partidistas y ofrecer una imagen sin fisuras en la lucha de algo tan doloroso y persistente como la violencia que se ejerce sobre las mujeres.
El 23% de los jóvenes cree que la violencia de género es un invento ideológico. Entre las chicas, un 13%
No puede haber grietas en un tema que deja en el camino la vida de mujeres, niños y niñas y que está siendo utilizado por grupos extremistas para convertir a las denunciantes y a quienes trabajan por liberar a nuestra sociedad de esa violencia en "las feminazis que se inventan los datos".
El último informe del Ministerio de Juventud e Infancia arroja unos datos estremecedores: uno de cada cinco chicos jóvenes, un 23%, cree que la violencia de género es un invento ideológico. Entre las chicas, la cifra tampoco es menor; un 13% comparte la idea. Cae además el apoyo al feminismo y el compromiso con la igualdad.
Es urgente rescatar la historia de mujeres como las hermanas Mirabal cuyo símbolo, la mariposa, puede promover con su aleteo un tsunami en todo el mundo. "Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte", decía Minerva Mirabal.
Hagamos que ese aleteo sea cada vez más fuerte, más amplio y recoja bajo sus alas a todas las personas que dicen no, sin titubeos, a la violencia que se ejerce sobre las mujeres solo por serlo.