Pásate al MODO AHORRO
Presentación de la iniciativa BasquESG, el proyecto transformador relacionado con las pymes vascas recién aprobado en el Plan de Industria Euskadi 2030

Presentación de la iniciativa BasquESG, el proyecto transformador relacionado con las pymes vascas recién aprobado en el Plan de Industria Euskadi 2030 Gobierno vasco

Opinión

Las pymes como motor de cambio

Publicada

Aunque la mayoría de las veces son las grandes empresas las que se llevan los titulares y el foco mediático, en Euskadi, en España y en Europa la inmensa mayoría de su tejido productivo está compuesto por pymes, pequeñas y medianas empresas e incluso microempresas, que no alcanzan los 10 trabajadores, que son la verdadera alma de la economía del territorio.

Por este motivo, es de agradecer iniciativas como BasquESG, lanzada desde el departamento vasco de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, para impulsar la sostenibilidad y la competitividad de este tipo de empresas en el sector industrial. El viraje hacia una economía más verde es urgente y necesario y es evidente que sin el tejido pyme es imposible avanzar.

Esta propuesta tiene la gran virtud de que es un proyecto compartido con agentes necesarios en esta transición hacia esa economía descarbonizada: las grandes empresas del país que actúan como tractores de muchas de las pymes del sector industrial y 2 de las más importantes entidades financieras de Euskadi, esenciales para aportar inversión a un proceso de transformación que necesita apoyo económico.

Una pyme no tiene los mismos recursos que una multinacional para afrontar todos estos cambios y, por este motivo, es imprescindible que las regulaciones se adapten a la realidad socioeconómica de los territorios

Incluido en el Plan Industria de Euskadi 2030, BasquESG cumple con una de las demandas básicas de las empresas, especialmente las pymes, a ese tsunami regulador de Bruselas: simplificar la burocracia y los tramites para acelerar e impulsar la transición. Por este motivo, la UE ha creado un sistema de medición del desempeño ambiental, social y de buen gobierno de las empresas más adaptado a la realidad y tamaño de cada entidad. Es evidente que una pyme no tiene los mismos recursos que una multinacional para afrontar todos estos cambios y, por este motivo, es imprescindible que las regulaciones se adapten a la realidad socioeconómica de los territorios y no al revés.

Aunque haya diferentes grupos de presión que quieran retrasarlo, la transición energética y ecológica de toda la sociedad y, especialmente, de todo el sector económico es clave para impulsar la competitividad del país en un mercado global cada vez más complicado. Todos los esfuerzos que se hagan desde las instituciones para facilitar este camino transformador es un paso adecuado para acelerar ese giro necesario.

La gran mayoría de las grandes empresas lo tienen muy claro y ya han avanzado en este proceso y pueden funcionar con un efecto tractor para todas las pymes que conforma su red. Según sus impulsores, BasquESG va a alcanzar a más de 500 pymes vascas durante 2026.

Es necesario seguir avanzando también con el resto de las empresas no industriales que también necesitan apoyo

Euskadi es un país netamente industrial, pero tampoco podemos olvidarnos que en esta transición no hay que dejar a nadie atrás y, mucho menos, al resto de sectores que conforman la economía, desde los servicios hasta la construcción. Así que va a ser necesario seguir avanzando también con el resto de las empresas no industriales que también necesitan apoyo.

Y en este progreso, hay un sector esencial y tractor para conseguir el giro hacia una economía más limpia. Se trata del sector medioambiental, ya hemos hablado aquí más de una vez que tenemos la suerte de contar con un sector ambiental fuerte e innovador en toda la CAPV capitaneado por Aclima, el clúster vasco de medio ambiente, que tiene muchas de las herramientas para acelerar ese proceso transformador en todas las pymes y, de hecho, ya han desarrollado numerosas iniciativas en ese sentido.

Hace bien el plan industrial vasco en identificar y centrar los esfuerzos en ciertos sectores prioritarios para seguir impulsando la competitividad del país. Sin embargo, creo que cada vez es más importante también practicar la economía de nuestras abuelas y no dejar todos los huevos en una cesta para no correr el riesgo de que una de esas apuestas resulte fallida. Una economía diversificada siempre tiene más posibilidades de tener un crecimiento prolongado.

El mercado industrial del futuro será sostenible o no será y la adaptación de todas nuestras pymes, más del 99% de nuestro tejido empresarial, a esta circunstancia debe ser una cuestión prioritaria. Empecemos por las industriales, pero no dejemos de apoyar también al resto. Nuestra competitividad depende de ello.