La izquierda abertzale realiza más de 20 ataques en mayo contra sedes de PNV y PSE
Las pintadas realizadas por Ernai contra estos partido y contra la Ertzaintza, han elevado la tensión entre jeltzales y abertzales
25 mayo, 2021 05:00Durante este mes de mayo, los Batzokis del PNV y las Casas del pueblo del PSE han sufrido más de 20 ataques. Se ha vuelto un goteo constante, y a lo largo de estos días se han sucedido las pintadas mostrando el apoyo a ETA y amenazando a los partidos políticos y a las fuerzas policiales. Todos firmados por la organización juvenil de la izqueirda abertzale, Ernai.
Los Batzokis de Altza, Galdakao, Mungia, Elorrio, Ondarroa, Lakua, Algorta, Gernika, Portugalete, Getxo Zaharra, Galdakao, Bedia, Lemoa, Berango, Igorre, San Ignacio, Bilbo Zaharra, Urduliz e incluso la sede principal del PNV en Sabin Etxea han sufrido estos ataques. Por su parte, el PSE también ha visto pintadas en sus Casas del pueblo de Barakaldo, Durango, Santutxu, Portugalete, Sopela, Algorta, Deusto y Andoain.
El vicelehendakari y consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka, ha asegurado que la Ertzaintza ya ha abierto diligencias de investigación por estos incidentes a manos de Ernai. Tanto Erkoreka como diversas figuras del partido nacionalista han manifestado en diversas ocasiones sus críticas y absoluto rechazo hacia esta "campaña de hostigamiento inaceptable y reprobable que recuerda al pasado". Consideran que Ernai ha volcado el odio por la Ertzaintza en sus sedes y además lo han hecho "incumpliendo todas las medidas de confinamiento" que han estado decretadas durante la primera parte de mayo.
Según los jeltzales, "lo único que evidencian estos ataques es el largo camino democrático que a estas personas, amparadas cobardemente en el anonimato, les queda por recorre junto a un pueblo que hace tiempo reivindicó el poder vivir en paz desde el respeto mutuo". Denuncian los insultos, amenazas y la coacción que se desprende los mensajes que han aparecido pintados entre las que se leen frases como "Gora ETA", "ACAB", "puto cipayo de mierda", "PNV faxistak" y "PNV lotu txakurrak".
Por su parte, el Partido Socialista ha visto como en sus Casas del pueblo se les acusaba "asesinos" en referencia a la huelga de hambre y sed del preso Patxi Ruiz, que cumple condena por el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero. Mikel Torres, secretario general de los socialistas vizcaínos, ha sido uno de los que se han pronunciado al respecto y ha calificado estos sabotajes como "acciones violentas y mafiosas que deben ser condenadas y repudiadas con claridad por parte de todas las formaciones políticas sin excepción".
Se recrudece el enfrentamiento entre PNV y EH Bildu
Una condena conjunta por parte de los partidos es algo que también ha pedido en varias ocasiones el Partido Nacionalista para lograr que cesen este tipo de "acciones antidemocráticas". EH Bildu, lejos de sumarse a ella de manera contundente, ha mostrado su apoyo a los vídeos de Ernai mostrando en estas pintadas en redes sociales. El coordinador general de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi solo ha mostrado una tibia condena diciendo que está en desacuerdo con que "se hagan cosas" a las sedes de los partidos, sin citar expresamente los ataques con pintura, para a renglón seguido, acusar al propio PNV y al Gobierno vasco de utilizar estos actos violentos de "tinta de calamar para desviar la atención de las cosas relevantes que pasan en el país".
A todo esto, añadía "con un cierto tono de ironía", que en Euskadi "se cerró un periódico, se han torturado directores", a la izquierda abertzale se le "cerraron todas las sedes" y sus dirigentes fueron encarcelados. "Yo siempre he dicho que no soy partidario de que se hagan cosas en la sedes, siempre teniendo en cuenta que existe la libertad de expresión, etc", sañalaba.
La respuesta del PNV no tardaba en llegar y Erkoreka aseguraba que esta campaña "contra la Ertzainza y el PNV" contaba con el consentimiento de EH Bildu. En su opinión, la "animosidad" de la izquierda abertzale hacia "algunas instituciones básicas y del autogobierno", le inhabilita para "asumir las riendas del Gobierno, pese a reivindicarse como alternativa".
Bajo la opinión del vicelehendakari, todo esto comenzó con unas declaraciones de Otegi en las que afirmaba que "gran parte de la sociedad vasca rechaza a la Ertzainza" a la que siguió una campaña de carteles a través de Twitter en las que se lanzó "un mensaje explícito de odio contra la Ertzaintza, que afirmaba que todos odiamos a la Policía".