Itelazpi deberá devolver 10 millones de euros recibidos en ayudas para la TDT

La Comisión Europea ha confirmado que España debe recuperar las ayudas recibidas por los operadores para afrontar la digitalización y ampliación de la red de televisión terrestre, ya que son contrarias a las normas sobre Ayudas de Estado de la Unión Europea. El Gobierno de España repartió 260 millones a estos operadores para que pudieran afrontar los gastos para preparar las antenas y receptores de la señal en "zonas remotas" en los años 2005 y 2008. La sociedad pública del Gobierno vasco encargada de trasladar la señal de televisión y radio, Itelazpi, tiene anotado en su balance que recibió 10 millones de euros por este concepto. Una cantidad que es la que debería devolver a raíz de la decisión de Bruselas. De hecho, en la auditoría de sus cuentas, se anota esta salvedad. 

La Comisión Europea ya señaló en 2013 que estas ayudas eran ilegales y obligó al Gobierno de España a recuperarlas. El Reino de España recurrió a la Justicia europea y en 2017 una sentencia anuló la petición de la Comisión. Ahora, después de una nueva investigación, Bruselas ha confirmado que entre 2005 y 2008 las empresas recibieron una ventaja selectiva incompatible.

Entre 2005 y 2008, según la Comisión, los operadores de plataformas terrestres en España, Itelazpi entre ellos, recibieron una ventaja selectiva incompatible frente a los competidores usuariosde  otras tecnologías, infringiendo el principio de neutralidad tecnológica.

La ayuda se concedió para la conversión digital, y para la explotación y el mantenimiento de la red de televisión digital. En particular, las medidas "no eran neutrales desde el punto de vista tecnológico, ya que partían de la televisión digital terrestre (TDT) como única tecnología para la conversión digital subvencionada", señaló la Comisión. Y es que otras tecnologías alternativas, como el satélite, quedaron excluidas de las ayudas.

Las medidas, según Bruselas, eran "selectivas porque solo beneficiaban a los operadores de TDT, aunque esta última tecnología y la de satélite se encontraban en una situación comparable de hecho y de derecho (en las zonas remotas se podría haber optado por la tecnología satelital para la conversión digital)".