El PP vasco ha desistido de vender su sede en Bilbao. Después de más de tres años intentado la venta sin éxito, la formación ha optado por poner en alquiler las oficinas que ocupan la 5ª planta del edificio del número 89 de la Gran Vía bilbaína, como una fórmula más fácil de dar salida al inmueble por "la situación actual del mercado", según señalan fuentes de la formación.
El inmueble, que ocupa 800 metros cuadrados, se encuentra en alquiler a un precio de 7.500 euros al mes, según figura en el anuncio de una inmobiliaria bilbaina.
La intención del PP de Bizkaia es que este precio cubra el alquiler de un nuevo local, también en la Gran Vía o en cualquier caso en el centro de Bilbao, que esté a pie de calle, siguiendo con la estrategia de apertura de sedes que inició la formación cuando desapareció la actividad terrorista de ETA, para hacerse más visibles.
El local lleva en venta desde 2018 y su tamaño y elevado precio han hecho imposible encontrar un comprador rentable hasta ahora.
El PP comparte el edificio con la Tesorería de la Seguridad Social, que hace unos años llegó a hacer una oferta para ampliar sus instalaciones con la planta que ocupan los despachos de los populares. Sin embargo, la operación se frustró y en estos momentos es impensable retomar las negociaciones con el organismo público, sobre todo teniendo en cuenta que la atención desde estas oficinas es cada vez menos presencial.
El PP quiere desprenderse de su sede por motivos económicos. Es demasiado grande -800 metros cuadrados- y no se corresponde con el grado de representación actual de la formación política, con muchos menos parlamentarios, junteros y concejales que cuando se adquirió en 1999. Hay que tener en cuenta en 2001, el PP vasco llegó a ser la segunda fuerza del Parlamento vasco y ahora es la quinta.
También porque quiere que la sede de Bilbao empiece a ser visible en la calle, como lo es ya en otras localidades vascas.
Pero además el PP tiene otro motivo: dejar de ocupar unas instalaciones que están marcadas por la caja B que llevaba Luis Bárcenas, ya que apareció en los papeles del extesorero como financiada de forma irregular, aunque desde el PP vasco siempre se ha querido desligar la venta de la relación con Bárcenas, ya que se puso el cartel de 'se vende' mucho antes de que el presidente del PP Casado, hiciera lo propio con la sede de Génova en Madrid por las investigaciones sobre la financiación irregular de sus obras de reforma.