La vicepresidenta primera del Gobierno central, Nadia Calviño, va a reunirse este viernes con el lehendakari Urkullu en Ajuria Enea. Tras una sesión parlamentaria de infarto este jueves para convalidar la reforma laboral, la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital visita Euskadi con varios asuntos sobre la mesa de los Gobiernos central y vasco. Entre ellos, la selección remitida a Madrid con los tres proyectos prioritarios para Euskadi en los fondos europeos, con una inversión de 1.853 millones: el desarrollo del vehículo eléctrico a través de la gigafactoría de baterías de BasqueVolt y el Basque Mobility; la gestión del dato, la inteligencia articial y su aplicación a la industria con el BAIC center; y las terapias avanzadas en salud con el desarrollo del nodo farmaceútico alavés y con el proyecto Osasunberri.

Fuentes del Departamento de Economía y Hacienda han confirmado a 'Crónica Vasca' que el asunto estará en la mesa del lehendakari y la ministra. El Gobierno vasco ya ha expresado en varias ocasiones su malestar ante la falta de respuesta por parte del gabinete de Pedro Sánchez a la propuesta enviada desde Lakua. El consejero Azpiazu llegó a afirmar que no era de recibo la tardanza en responder por parte de Madrid.

El Gobierno central cuenta con 70.000 millones de euros en ayudas de la UE, del conocido como Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), de los que 35.000 millones se reservan para los grandes proyectos tractores que buscan transformar la economía con la unión de acción de empresas y administraciones, entre los que se ha pedido a las comunidades autónomas que concreten tres proyectos de máxima prioridad. Es en esta convocatoria, la de los grandes proyectos, en la que Euskadi aspira a conseguir más recursos por su tejido económico e industrial y donde ha centrado los más importantes de sus proyectos que deben acudir a buscar financiación a las ventanillas de los ministerios. Los otros 35.000 millones de euros, son los que el Ejecutivo central reparte entre las autonomías y de los que Euskadi ha recibido 595 millones y espera aumentar en otros 400 millones este año, son ayudas más destinadas a paliar los efectos de la crisis.

Y es que una de las condiciones de la Unión Europea para que estas ayudas sean eficaces y no se pierdan en el calendario de su tramitación es que los proyectos deben estar en marcha en diciembre de 2023. De ahí las palabras de Azpiazu a finales del año pasado sobre lo necesario que es tener una respuesta "para conocer en qué proyectos vamos a disponer de fondos europeos", ya que las instituciones vascas deberán planificar qué inversión propia deberá hacer en cada proyecto. En 2021 se avanzó poco y a la espera de que las convocatorias vayan realizándose en este 2022, los plazos de ejecución se han estrechado a año y medio. Ahora mismo están aprobados los PERTE de la automoción, las energías renovables y el de salud, pero aún quedan pendientes los de economía social, el español, la industria aeroespacial y el sector agroalimentario.

No será el único, otro de los proyectos pendientes es el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la propuesta remitida por el Gobierno central, sobre la que el portavoz del Ejecutivo autonómico, Bingen Zupiria, comentó el pasado martes que algunos aspectos deberían estar "más trabajados", aunque no ha concretado cuáles son exactamente esos puntos.