Los batzokis siempre han sido el centro de vida del PNV. Lugar de poteo, de debate interno, de reflexión y de gestión del partido, los jeltzales cuentan con casi doscientos en Euskadi y Navarra, pero también en puntos tan peculiares como Benidorm o Madrid. Heridos, como todo el sector hostelero, por la pandemia, estos locales centran ahora la apuesta del PNV por revitalizar el partido cuando queda poco más de un año para las elecciones municipales y forales, que abrirán un ciclo de comicios amplio hasta verano de 2024, cuando los jeltzales buscarán revalidar su victoria electoral autonómica para mantenerse en el poder.
Desde el batzoki de Madrid, un lugar donde es "difícil" ser nacionalista vasco, es desde donde el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, ha querido relanzar a la militancia. En un vídeo de escasos 64 segundos publicado en su cuenta de Twitter, el líder de los jeltzales postula la reactivación de los batzokis tras "dos años duros", donde ha habido batzokis cerrados y la familia jeltzale no se ha podido juntar en estos locales.
Ahora Ortuzar considera que ha llegado el momento de "desconfinar a la militancia" aunque "cumpliendo todas las medidas y con mucho cuidado". Todo, según apunta Ortuzar en ese vídeo, con el objetivo de hacer a Euskadi "más libre".