Vitoria y Gipuzkoa serán las grandes batallas entre PNV y EH Bildu
Los partidos se batirán el cobre electoral en estos dos bastiones, con la amenaza de un sorpasso de la izquierda abertzale en el horizonte
7 septiembre, 2022 05:00Queda todavía todo un curso por delante marcado por la clave económica que aclarará más todavía el tablero político antes de los comicios, pero lo cierto es que, tras dos años de práctico desierto demoscópico, poco a poco van apareciendo los primeros estudios sobre qué resultados podrían arrojar las urnas. Unos resultados que dejan dos lugares apretados con los que los partidos, según fuentes consultadas por 'Crónica Vasca', trabajan ya encima de la mesa: el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y la Diputación de Gipuzkoa.
En estos dos bastiones es donde EH Bildu aspira a desbancar al PNV, pero el resto de partidos también libran batallas importantes. Para la izquierda abertzale será prácticamente imposible sacar al PNV del poder una vez que Eneko Andueza ya ha mostrado su preferencia por repetir los pactos actuales entre jeltzales y socialistas en las tres capitales y los tres Gobiernos forales, pero Bildu sí aspira al 'sorpasso' a los jeltzales para convertirse en primera fuerza política en estos dos feudos, cada uno de ellos con sus particularidades.
Sin 'efecto Larrion' y aún con algo de lastre del BEI a las espaldas
Vitoria es quizá donde la igualdad está más clara: todos los barómetros publicados desde otoño de 2021, incluido el electopanel elaborado por EM-Electomanía para 'Crónica Vasca', han coincidido en el mismo escenario para el pleno de la capital de Euskadi: a día de hoy la Corporación de 2023 tendría siete ediles del PNV y siete de EH Bildu por seis concejales socialistas, cinco populares y dos morados. VOX, pese a haber obtenido su escaño en el Parlamento vasco por Álava, no llegaría al 5% de los sufragios que le daría acceso al Ayuntamiento gasteiztarra: todas las encuestas dejan al partido en el entorno del 4%.
Bildu llega con muchísima ilusión por este asalto electoral, según confirman fuentes de la coalición abertzale a este periódico. El 'caso Larrion' no ha pasado factura a la cotización electoral de la formación y se ha apostado por un perfil más social como el de Rocío Vitero para tratar de ampliar nicho electoral en una lucha donde la presión juega más del lado del PNV que de de Bildu.
El 'comodín' de Artolazabal
Los jeltzales tienen que tomar una decisión en torno a la continuidad de Gorka Urtaran y Ramiro González donde juega la certeza de que Beatriz Artolazabal dejará el Gobierno vasco para ocupar una de esas dos candidaturas: la de alcaldesa de Vitoria-Gasteiz o diputada de Álava. Ambos gobernantes alaveses arrastran piedras diferentes en el caso de cada uno. En el caso de González pueden jugar en su contra las salidas de tono durante la gestión de la pandemia -algo que también acabó ocurriendo al final en Navidades con las cabalgatas de Vitoria y San Sebastián- y en el caso de Urtaran la regulación del tráfico, a pesar de que el peor momento demoscópico por el BEI ha pasado, sigue siendo una amenaza para su vida política.
La sombra de Artolazabal será larga para los dos hasta que se decida qué ocurre con sus candidaturas. En las fiestas de La Blanca, la titular de Igualdad ya se dejó ver en la balconada de San Miguel muy cerca de Urtaran y González durante la bajada de Celedón, asumiendo el protagonismo y la presencia del ala jeltzale del Gobierno vasco durante las fiestas de Vitoria, que corrió a cargo del consejero Hurtado por el ala socialista.
También en clave vitoriana juega un factor más: la importancia que le ha dado el PP al resultado de Vitoria. El equipo de Iñaki Oyarzabal ha apostado muy fuerte por la candidatura de una Ainhoa Domaica de la que se puede decir que lleva un año en precampaña, con ruedas de prensa prácticamente a diario para señalar fallos de la gestión de Gorka Urtaran. Los populares entienden que su principal caladero de votos vascos está precisamente en la capital y de ahí la fuerte apuesta por no perder más fuelle en una ciudad que gobernaban hace tan solo siete años y en la que ya son la cuarta fuerza política. En su contra jugará la división que hay entre los simpatizantes del partido en la ciudad.
Los socialistas repetirán con Maider Etxebarria, tal y como ya dijo Eneko Andueza allá por marzo durante una entrevista en 'Onda Cero'.
'Succession' en el PNV para dar el relevo de Markel Olano
En Gipuzkoa, la marcha de Markel Olano abre una amplia baraja de opciones. El territorio más abertzale de los tres estaba en manos de los jeltzales con un líder de perfil más nacionalista que el resto de grandes cabezas electorales del PNV. Ahora en el relevo parece evidente que Sabin Etxea tiene en mente jugar la carta de un liderazgo femenino y asoman dos perfiles para esa plancha electoral: el relevo de Markel Olano por su mano derecha actual, Eider Mendoza o el retorno de Arantxa Tapia a la Diputación guipuzcoana 16 años después.
Fuentes cercanas al GBB consultadas por este periódico aseguran que el debate no está tanto entre las dos dirigentes como en el partido. Eider Mendoza quiere seguir en Gipuzkoa y, en cambio, la consejera de Desarrollo Económico desea permanecer en Vitoria -algo que se puede leer entre líneas durante la entrevista concedida por Tapia a este periódico hace tres días- dentro del Gobierno vasco. Sin embargo, es el propio partido quien no tiene tan claro qué movimiento es correcto, cuál sería la cabeza de lista que pondría más distancia entre ellos y EH Bildu.
La coalición abertzale tampoco tiene todavía decidido quién será su cabeza electoral para asaltar el Palacio Foral de Gipuzkoa. La sensación durante todo este curso pasado era la de que era necesario un relevo para Juan Karlos Izagirre, una figura algo amortizada ya entre sus cuatro años de alcaldía en San Sebastián y su candidatura a la Diputación, pero ese hipotético desgaste no ha afectado por el momento demoscópicamente a la coalición. Paradójicamente, su predecesor como alcalde donostiarra, Odón Elorza, pugnará por volver a ser el candidato socialista frente a Marisol Garmendia.
Sea como sea, el caso es que las diferencias, al igual que en Vitoria, son mínimas entre jeltzales y abertzales y están ya dentro de los márgenes de error de las encuestas, rondando el 2,5 - 3%. De hecho, en Gipuzkoa juega otro factor más a favor de ambos partidos: la pugna no es un 25%, se juega por encima del 30% de intención de voto para ambas formaciones. Los números en sí no cambian nada, pero sí lo hace el hecho de que el resto de formaciones no compitan electoralmente tan cerca de Bildu y PNV, lo que facilita que el baile entre ambos partidos sea el que decante el último juntero en cada una de las circunscripciones del territorio más pequeño de Euskadi.
El juntero del PP, clave para ellos, para Bildu y para el PNV
De hecho, en la contienda electoral guipuzcoana, más allá del previsible descalabro de Elkarrekin Podemos -que todos los partidos dan por descontado salvo que se dé un 'efecto Sumar'- hay un componente más en juego: el resultado del PP. Los populares aguantan en las Juntas Generales del territorio con un único asiento, hasta ahora detentado por Juan Carlos Cano, que dejará la política al final de esta legislatura. Ese último escaño por Donostialdea, de desaparecer, podría ser clave en la batalla entre PNV y Bildu.
El objetivo en el PP será dar con el candidato adecuado que se postule a ese ejercicio de funambulismo, poco apetecible para los líderes de un partido que, señalan fuentes populares, empieza a creer que sí puede mejorar sus resultados en San Sebastián. La lógica invita a pensar que Joanes Fiel sea el candidato morado, pero la coalición de izquierdas es probablemente la formación guipuzcoana con más dudas en el aire. En el PSE, que tuvo a Denis Itxaso como candidato en 2019, fuentes del partido sostienen con rotundidad lo que se prevé: que José Ignacio Asensio será el candidato socialista. Pero también se daba por sentada a Marisol Garmendia como única candidata en San Sebastián y ha aparecido Elorza.