El PNV y Bildu respaldarán este martes en el Congreso de los Diputados la tramitación del célebre impuesto especial a la banca y las energéticas. Los dos partidos nacionalistas vascos han anunciado que apoyan la propuesta gubernamental pero al mismo tiempo han exigido como condición indispensable que la gestión del tributo se haga desde las haciendas forales.
Tanto el portavoz peneuvista en el Parlamento nacional, Aitor Esteban, como su homóloga en bildutarra, Mertxe Aizpurua, han coincidido este martes al anunciar su voto positivo para que continúe la tramitación de este impuesto. Un impuesto que ha generado fuertes críticas por parte de las energéticas y la banca. Sin ir más lejos, hace unos días el ex presidente del PNV y consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, vertió duras críticas contra este gravamen.
Asimismo, Esteban y Aizpurua han coincidido en reclamar al Ejecutivo que respete el Concierto Económico, de forma que sean las haciendas forales vascas las que se encarguen de recaudar el impuesto de marras.
A priori, el Gobierno de PSOE y Podemos aceptará esta condición que reclaman PNV y Bildu. Porque el portavoz del PSOE y ex lehendakari, Patxi López, se ha mostrado partidario de tener en cuenta la excepcionalidad vasca durante la tramitación de los impuestos.
Así, tanto las principales empresas vascas como los fondos de inversión más potentes se preparan ya para hacer frente a estos tributos especiales. En principio, dichos gravámenes serán de carácter temporal, mientras dure la crisis energética. En ese punto sí existe una discrepancia entre PNV y Bildu, porque los jeltzales respaldan esa temporalidad mientras que los bildutarras apuestan por que los impuestos especiales sean estructurales.