Pasado lo peor (por ahora) de la pandemia, ya han vuelto los actos multitudinarios. Y si hay un acto de ese tipo destacado en Euskadi cada año, ese es el Alderdi Eguna (día del partido) que celebra el PNV. Los peneuvistas vuelven este domingo a las campas de Forondo, próximas a Vitoria, para darse un baño de masas. Tienen motivos para sonreír, porque las encuestas refuerzan su hegemonía en un curso electoral. Pero también tienen la vista puesta en el Tribunal Supremo, donde la próxima semana se examina la sentencia del caso De Miguel.
Este Alderdi Eguna es especial para el PNV por varios motivos. En primer lugar porque, como se ha dicho, es la vuelta a una tradición que interrumpió la pandemia durante dos años. Además, faltan solo ocho meses para las elecciones municipales y forales. Una cita electoral en la que, según todos los sondeos, a los jeltzales les puede ir muy bien en las tres provincias y en las tres capitales. Precisamente la falta de concreción sobre quiénes liderarán las candidaturas sirve para darle más relevancia al día del partido.
La cita con las bases peneuvistas también llega en un momento político álgido porque el lehendakari, Iñigo Urkullu, que cada vez tiene más pinta de repetir en el cargo, acaba de abrir el complejo curso político que se avecina, tan marcado por la crisis energética. Todo ello es conocido y forma parte del contexto político actual, pero, como se ha dicho, en el PNV existe un motivo de preocupación. Se llama caso De Miguel.
...mirando al Supremo
Será el juez Pablo Llarena, conocido por sus actuaciones sobre el procés catalán, quien presente ante la Sala Segunda del Supremo sus conclusiones tras analizar la sentencia de la Audiencia Provincial de Álava y los recursos interpuestos por las partes. Se trata de una sentencia que hace ya casi tres años, en diciembre de 2019, condenó a Alfredo de Miguel, ex número dos del PNV de Álava, y a otros miembros del partido o afines al mismo por varios delitos de corrupción.
El caso De Miguel es, de hecho, el escándalo de corrupción más grave en la larga historia del PNV. Los condenados en primera instancia conformaban, según aquella sentencia, una trama de cobro de comisiones a cambio de adjudicaciones de contratos públicos, entre otras conductas delictivas.
Las fechas
La cita de Llarena y sus compañeros del Supremo está fechada para el próximo jueves, 28 de septiembre. Los condenados esgrimen errores en la investigación de la Ertzaintza y en actuación de la Fiscalía de Álava para buscar su absolución. La Fiscalía del Supremo pide que se confirmen las condenas que dictó la Audiencia Provincial.
La sentencia definitiva del Alto Tribunal podría conocerse antes de final de año, en torno a los días de Navidad, si bien en este caso es imposible aventurar una fecha. No puede olvidarse que los hechos juzgados sucedieron en 2009, el juicio se celebró en 2018, la sentencia se conoció al año siguiente y el Supremo lleva tres años para decidir.