Unos presupuestos anticíclicos, con 14.000 millones y sin socios a la vista

Sorprendió el lehendakari, Iñigo Urkullu, este lunes al tildar de "anticíclicos y valientes" los presupuestos que el consejo del Gobierno vasco aprobará este martes. Menos asombrosa fue la cifra que anunció: unas cuentas públicas que superarán por primera vez los 14.000 millones de euros. Lo que ni mencionó es la patente ausencia de socios parlamentarios -por ahora- que respalden este borrador. 

Claro que, en honor a la verdad, la aprobación de este martes es sólo el pistoletazo de salida para unas negociaciones con la oposición que se antojan complicadas. Negociaciones que, no se olvide, en puridad no son necesarias, ya que a los partidos gobernantes, PNV y PSE, les basta y les sobra con sus votos para sacar adelante el proyecto en el Parlamento vasco. 

Ocurre que corren tiempos de crisis energética, de cita electoral y, por todo ello, de pactos políticos. Todos dicen que quieren llegar a acuerdos. Todos quieren aparecer ante la opinión pública como formaciones responsables que trabajan por el bien de los ciudadanos sin tener en cuenta los apriorismo ideológicos. Ahí está, sin ir más lejos, el reciente pacto del Ejecutivo y Podemos sobre la RGI.  

Un acuerdo con Podemos en esta materia parece complicado, aunque también lo parecía en años precedentes. Bildu tiende la mano pero sin mucho optimismo. Y PP+Cs también habla de su disposición a acordar, pero con propuestas como la bajada de impuestos que parecen lejanas de las intenciones de Urkullu. Negociaciones habrá, claro que sí, pero el resultado no parece positivo....

Con lo de "anticíclicos" es de suponer que Urkullu se refiere a que también se batirá el récord de gasto en un momento en que todos los gurús abogan por la contención en esta materia. Tiempo de "enfriamiento significativo" de la economía vasca, por usar sus propias palabras, donde el propio Gobierno vasco ha tenido que revisar a la baja sus previsiones de crecimiento. 

Una revisión, la del departamento de Economía y Hacienda que dirige Pedro Azpiazu, que mantiene para el cierre de 2022 un crecimiento del 4% que es considerado demasiado optimista por agentes como la autoridad fiscal Airef. 

En todo caso, este martes se conocerá el borrador. Y empezará el momento de negociar.