El acuerdo sobre la RGI abre la carrera por los pactos...con la vista en las municipales de mayo

El acuerdo entre el Gobierno del PNV y PSE con Podemos-IU para reformar la RGI abre la carrera por los pactos en Euskadi. Es este un momento político extraño, a ocho meses de las elecciones municipales y forales de mayo, en que todos los partidos quieren llegar a pactos que les presenten ante los ciudadanos como formaciones responsables en momentos difíciles. Pero no todos cabrán en los acuerdos que se avecinan. 

Casi todas las formaciones políticas con representación en el Parlamento vasco -todas menos Vox, cuyo aislamiento es total en todos los sentidos- repiten habitualmente su intención de alcanzar "acuerdos de país", "pactos contra la crisis" o términos similares. PNV, PSE, Bildu, Podemos y PP+Cs mencionan estas expresiones en cada comparecencia, en cada rueda de prensa, en cada entrevista y en cada debate. 

La situación de crisis energética derivada de la guerra de Ucrania ha moldeado el tono de unos y otros, que saben que ahora mismo, con la inflación por las nubes y la sólida amenaza de una recesión, la ciudadanía no quiere asistir al tradicional espectáculo del "yu tú más"

Podía parecer, teniendo en cuenta lo antedicho, que todas esas palabras son meros brindis al sol, palmarias estrategias que se harían pensando, claro está, en las elecciones de la próxima primavera. Es cierto que esa cita con las urnas sobrevuela cada movimiento de la política vasca y, por supuesto, influye en los posicionamientos de los partidos.

Igualmente es innegable que la situación de crisis energética derivada de la guerra de Ucrania ha moldeado el tono de unos y otros, que saben que ahora mismo, con la inflación por las nubes y la sólida amenaza de una recesión, la ciudadanía no quiere asistir al tradicional espectáculo del "yu tú más". Pero no solo de tactismo está hecha la política. Porque este acuerdo sobre la RGI evidencia que los pactos entre distintos son posibles. 

Hay muchos acuerdos posibles a la vista. Todos quieren pactar, es verdad, pero no todos podrán hacerlo, claro. Sin ir más lejos, en el grupo de PP+Cs tienen claro que el pacto por la RGI y la política fiscal del Gobierno vasco suponen transitar el camino equivocado. Así, por ejemplo, Carlos Iturgaiz habla de "mano tendida" pero sabe que será casi imposible que le incluyan en acuerdos. 

En Podemos e IU están encantados con el acuerdo firmado con el Gobierno vasco porque les sirve, de paso, para colocarse una medalla en su pelea con Bildu por ver cuál de las dos formaciones está más a la izquierda. La coalición abertzale, en esa línea, presentaba hace unos días su "pacto de bienestar", con medidas rompedoras incluidas, pero que luego se ensombrecen con cosas como su campaña contra la Guardia Civil. 

Entretanto las formaciones gobernantes, PNV y PSE, acostumbradas a pactarlo casi todo entre ellas, también les favorece este tiempo de pactos y de oposición casi inexistente. Pero, eso sí, mantienen sus cuitas por cuestiones no menores como los traspasos de competencias pendientes.