Nuevo revés en el preacuerdo de la nueva ley de Educación vasca. Parece que queda lejos el pacto firmado en abril entre Gobierno, EH Bildu y Podemos. Pacto que a priori iba a suponer un cambio educativo hacia un sistema menos segregador y en el que se reconocía el papel de la escuela pública como gran protagonista.
Este jueves la oposición de izquierdas en el Parlamento vasco mostraba su malestar ante el acercamiento -en este ámbito- del Gobierno a la oposición de derechas, PP+Cs. tras ofrecerles, en el marco del acuerdo presupuestario, extender los conciertos con centros de titularidad privada a las aulas de 2 años. Oferta que implicaría mayor monto del presupuesto para estas escuelas.
Ekoitz Arrese, de EH Bildu, admitía no entender esta oferta del Gobierno Vasco y advertía que les genera desconfianza: “No entendemos por qué a un partido ajeno al pacto. No entendemos cuál es el mensaje político que se quiere transmitir, ni la intención política que tiene”. Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, consideraba que la propuesta a PP+Cs es la "gota que colma el vaso" de los "incumplimientos" del Gobierno vasco y le acusaba de "romper" este acuerdo educativo.
Ante estas críticas, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, salía al paso pidiendo calma y dejaba claro que su departamento "respeta de arriba a abajo" el pacto educativo. “No se ha roto ningún acuerdo, ni ha habido ninguna deslealtad", insistía, además de agregar que desconoce el objetivo que buscaba el Departamento de Economía al ofrecer esta propuesta a PP y Cs.
Desencuentros pasados
Esta situación llega enmarcada en un contexto no mucho más tranquilo. Ya lo avisaba la portavoz de los morados, Miren Gorrotxategi, el pasado 5 de noviembre, en una entrevista para este periódico: fueron bastantes los pelos que “se dejaron en la gatera” porque “merecía la pena luchar por un pacto que iba a permitir un cambio en el sistema educativo vasco que fuera a revertir la situación actual de segregación, que es un problema muy importante”. Eso sí, no iban a renunciar a hacer a la escuela pública el protagonista del sistema educativo vasco.
Con el pacto firmado en abril este partido ya daba por encaminado este requisito: “Íbamos orientando el rediseño del mapa escolar futuro. Aunque cada vez que el Gobierno se ha movido para sacar una norma o para presentar un proyecto de norma o un borrador de proyecto de norma, hemos visto que se ha alejado de lo firmado. Que los elementos sustanciales del pacto por los cuales nosotros lo suscribimos no se encuentran en los textos normativos. Si el Gobierno se baja del acuerdo, nosotros no apoyaremos la ley”, admitía Gorrotxategi.
Un día después de estas declaraciones, hace apenas una semana, Bildarratz lanzaba un mensaje de tranquilidad y aseguraba que esperaba "pulir el texto" de la futura ley de Educación, aunque creía que se debía "mantener la lealtad" al texto pactado hace siete meses en la Cámara autonómica. De salir adelante, la ley entrará en vigor en el próximo curso escolar, aunque Bildarratz asegura que este año ya se está aplicando "el espíritu de la ley".