La sentencia del Supremo sobre la corrupción del caso De Miguel amenaza la precampaña del PNV

La sentencia definitiva sobre el caso De Miguel puede amargar la precampaña electoral al PNV. El Tribunal Supremo lleva ya algunos meses de demora para decidir si ratifica la condena al exdirigente peneuvista Alfredo de Miguel y a otros ex de la formación jeltzale. Las fuentes consultadas por este diario apuntan a un fallo inminente, "en las próximas semanas". Y que, como mucho, se retrasaría a "marzo o abril como tarde". Un fallo judicial que, por fuerza, influirá en el camino político a las elecciones municipales y forales del 28 de mayo. 

La Sala de lo Penal del Alto Tribunal tiene sobre la mesa desde septiembre, como ya contó este diario, los diferentes recursos de las partes implicadas: los acusados piden su absolución por errores en la instrucción y las acusaciones reclaman más años de prisión para De Miguel y el resto de condenados en primera instancia por la Audiencia Provincial de Álava. 

Más de tres años esperando

De aquella condena han pasado ya tres años y dos meses, ahí es nada, pero es de sobra conocido que la lentitud de la justicia provoca este tipo de situaciones. El escándalo saltó hace ya diez años. Y todavía no está claro qué decidirá el Supremo, si bien es cierto que las fuentes consultadas por este diario dan por imposible una hipotética anulación de las condenas. 

Hasta ahora, el caso no ha pasado factura a los peneuvistas en las urnas: la sentencia de la Audiencia Provincial de Álava se conoció en diciembre de 2019 y solo unos meses después el PNV logró una histórica victoria en las elecciones autonómicas

Cuando el caso llegó al Supremo, en septiembre, diversas fuentes jurídicas apuntaron en varios medios, incluido este, que lo más probable es que hubiera decisión antes del finald e 2022. Lo cierto es que estamos en 2023 y todavía no hay noticias de los jueces. Pero esas noticias pueden ser inminentes. Si en el PNV ya temían entonces que una sentencia que ratificase las condenas podría llegar en un momento complicado, lo cierto es que ahora el calendario es todavía más complicado. 

¿En precampaña o en campaña?

Teniendo en cuenta la larga precampaña electoral que se avecina, ya es casi una evidencia que la decisión final sobre el caso De Miguel llegará en un momento álgido desde el punto de vista electoral. Pero las cosas, en política, siempre pueden empeorar. Y también es ya factible el peor escenario para el PNV: a saber, que la sentencia sea condenatoria y trascienda en plena campaña de las municipales y forales, con el posible desgaste que ello pudiera causar. 

No obstante, hasta ahora no parece que este caso pase factura alguna a los peneuvistas en las urnas. Cabe recordar que la sentencia de la Audiencia Provincial de Álava se conoció en diciembre de 2019 y solo unos meses después el PNV logró una histórica victoria en las elecciones autonómicas. 

En Sabin Etxea creen que el caso está amortizado. En su día, al conocerse el fallo, tanto el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, como el presidente del partido, Andoni Ortuzar, salieron a pedir perdón por lo sucedido. Y la jugada no les salió nada mal. 

En los últimos días el caso De Miguel ha vuelto a estar de actualidad. Eldiario.es desveló que De Miguel había representado al Gobierno vasco como gerente de una sociedad pesquera dependiente de HAZI. La oposición en bloque arremetió contra el Ejecutivo de Urkullu y hasta sus socios del PSE mostraron sus quejas. 

El Ejecutivo, por su parte, negó que el condenado en primera instancia ocupase ese cargo, recordó que el trabajo de De Miguel en la empresa pública ya era conocido y apuntó que sólo podrán quitarle su plaza en la administración si hay una condena firme.