El PNV ve “ilegítima” la moción de Tamames y Bildu aprovecha para repetir sus ataques al sistema

El Congreso de los Diputados acogió este martes el primer día de la moción de censura presentada por Vox para cesar en su cargo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y poner en su lugar al reconocido economista, Ramón Tamames. Un proceso que se alargará hasta este miércoles y en la que los diputados del PNV presentes en la Cámara Baja valoraron de “ilegítima”, mientras que los de EH-Bildu aprovecharon para poner en duda, como ya es habitual, la “mal llamada Transición”.

Después de las intervenciones del secretario general de Vox, Santiago Abascal, y de su respuesta por parte de Sánchez, llegó el tan esperado momento de Tamames, que no tardó en hacerse notar y que no dejó indiferente a nadie dentro del Parlamento. Tampoco, como era de esperar, a los representantes políticos de Euskadi en la Cámara. 

Tras la primera sesión de la mañana, en la que cada una de las partes aprovecharon casi para llevar a cabo un mitin político y para atacar al Partido Popular, y más concretamente a su presidente, Alberto Núñez Feijó, por no estar presente en el Congreso, llegó el turno del PNV y de EH-Bildu, representados en este caso por sus portavoces: el jeltzale, Aitor Esteban, y la soberanista, Mertxe Aizpurua. 

Aitor Esteban durante su discurso en la moción de censura presentada por Vox con Tamames como candidato / EFE

Dos intervenciones dispares en fondo y forma

Aunque ambas formaciones mostraron su rechazo a esta moción de censura y afirmaron que el jueves votarán en contra de retirar a Pedro Sánchez su posición como presidente, sus intervenciones fueron sustancialmente diferentes. La de Bildu, centrada en la “ruptura con el régimen franquista”, y la del PNV más dirigida a la propia figura de Ramón Tamames y a su presencia en el Congreso. 

En su intervención, Aitor Esteban fue duro con la formación de extrema derecha y con el proceso parlamentario que se vive durante esta semana. El diputado jeltzale tildó de “ilegítima” esta moción alegando que ni el discurso ni las ideas del candidato “cuentan con la conformidad de quienes le han propuesto” y aseguró que el objetivo del partido de Vox no es otro que el de “buscar unas portadas y arrinconar” a su rival electoral.

Así, hizo referencia a las intervenciones que había realizado Tamames durante la mañana y destacó “el talante intolerante” que el discurso del economista “destilaba” respecto a los partidos nacionalistas presentes en la Cámara baja, y le acusó de “veleta partidista” y de “tránsfuga” por estar formando parte de una iniciativa presentada por un partido con el que no comulga ideológicamente. 

Además, en los pocos minutos que participó Esteban -aunque su intervención fue más larga que la que realizó durante la anterior moción de censura propuesta por Vox- dejó en claro que su grupo parlamentario votará en contra de la Moción de Censura, y aseguró que “semejante iniciativa no hace más que desgastar las instituciones y convertirlas en algo mundano”.

Mertxe Aizpurua durante el debate de la moción de censura de VOX contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con Tamames como candidato / EFE

Poco Tamames y mucha "ruptura con el franquismo" 

Por su parte EH-Bildu, realizó un discurso más largo pero centrado casi en su totalidad en atacar a las propias instituciones españolas, concretamente en criticar la Transición, la Constitución y la figura del rey Felipe VI, y aseveró que la propuesta de Vox, “únicamente busca servir de altavoz a la ultraderecha y sus aliados de la derecha ultra”, haciendo referencia al PP. 

En esta línea, Aizpurua aseguró que “nunca existió en este Estado una verdadera ruptura con el régimen franquista”, puesto que tampoco hubo “una verdadera transición democrática”, y todos los políticos partícipes en aquel proceso realizado hace ya más de 40 años, “un día se acostaron franquistas y al siguiente se despertaron demócratas”.

Buena parte de la intervención de la diputada de Bildu giró en torno a este tema y casi no hizo referencia al discurso de Tamames o al propio candidato, a quien sí se dirigió acusándole de haber “cometido un error histórico", al haber abandonado sus raíces políticas y haber tomado el camino “del recorte de derechos y libertades fundamentales”; “del odio y la exclusión”; y “del autoritarismo y la imposición”.

Más allá de estás críticas, el resto del discurso de Aizpurua siguió la tónica del de muchas otras intervenciones como las del propio Partido Socialista o las de Vox, que no sirvieron más que para proyectar un discurso casi preelectoral en el que la coalición soberanista se centró en hablar sobre el autogobierno vasco, y pidió aislar y acabar con la derecha española para evitar que esta pueda gobernar tras las próximas elecciones.