Puede que haya sido cosa de la pandemia, de la reticencia de los jóvenes a participar en la política, o de una pérdida de interés hacia la independencia, pero lo que ha quedado claro con el último Gazte Topagunea organizado por Ernai, el colectivo juvenil de la Izquierda Abertzale compuesto especialmente por Sortu, es que la apoyo hacia esta formación política es cada vez menor y las cifras así lo muestran.
Si en 2019 en Lemoa se llegaron a reunir casi 9.000 personas, la gran mayoría jóvenes de Euskadi, este año en Elorrio la cifra de participación solo ha alcanzado poco más de la mitad, situándose en 5.000. Un número, como no tardaron en señalar en Twitter, muy por debajo del alcanzado hace casi 20 años cuando llegaron a acudir casi 20.000 personas al encuentro de 2006.
Sin embargo, ni desde la formación soberanista ni desde sus juventudes parecen darle importancia a esta pérdida de participación y han celebrado sin ningún tipo de autocrítica los encuentros realizados durante la pasada semana, en los que, durante varios días se reunieron por "una Euskadi libre, socialista y feminista", según muestran en la cuenta de twitter de Ernai.
GKS y el robo de militantes
El factor clave en este caso, y muy a tener en cuenta en los últimos años, es la aparición de Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), fundado justamente en 2019 y que desde entonces, pese a autodefinirse como un colectivo no asociado a Bildu, Sortu, ni ninguna otra formación política de este espacio soberanistas, ha ido progresivamente arrebatándoles militancia hasta abrir un cisma con la formación abertzale que parece no tener solución.
De hecho, aunque desde fuera pueda parecer que GKS y Ernai son colectivos similares, y aunque buena parte de los militantes que integran este moviviento socialista provienen de las juventudes de Sortu, a nivel ideológico dicen ser dos agrupaciones bastante distanciadas entre sí, y la relación actual entre ambas partes es nula, hasta el punto de que ya hace tiempo que el principal partido que conforma EH-Bildu se niega a hablar sobre el tema.
En este sentido, en la formación que dirige Arkaitz Fernández son plenamente conscientes del terreno que están perdiendo contra Gazte Koordinadora Sozialista y del daño electoral que a futuro este colectivo puede llegar a hacerles si sigue arrastrando a parte del electorado joven, y sobre todo, si en algún momento deciden instaurarse como una propuesta electoral y lanzar una candidatura propia. Algo que hasta el momento han decidido no hacer de cara a las próximas elecciones forales y municipales de este 28 de mayo.
Posturas diversas ante el Topagune
Aún por su participación cada vez más reducida, y teniendo en cuenta la aparición de nuevas propuestas políticas e ideológicas para las personas jóvenes en su momento alineadas con Sortu, Ernai y el resto de la izquierda soberanista, el hecho de que el Gazte Topagunea de 2023 haya reunido a 5.000 jóvenes, es algo a tener en cuenta. Especialmente porque muy pocas formaciones políticas en Euskadi mueven estas masas de gente.
Sin embargo, los encuentros desarrollados por Ernai tiene también muchos detractores que no olvidan los orígenes de Sortu y su vinculación con la banda terrorista ETA. De hecho, la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Consuelo Ordoñez, denunció algunos vídeos de esta celebración en los que se ve a un jóven disparando con un tirachinas a diferentes símbolos relacionados con España como la bandera o el logo del Partido Popular, y a través de Twitter aseguró que "la fascinación que tienen algunos todavía por la violencia en nuestra tierra es vergonzosa".