Los partidos que componen el Ejecutivo vasco tienen cada vez más frentes abiertos y, pese a que tratan de mostrar una imagen de unidad, no son pocas las brechas abiertas en los últimos meses entre el PNV y el PSE-EE que, con los comicios forales y municipales del 28 de mayo deben poner atención a sus respectivas estrategias electorales y, en lo posible, separarse el uno del otro para celebrar y hacer suyos todos los logros que han conseguido como Gobierno.
Así, la tensión entre la parte jeltzale y la socialista es cada día más clara en aquellas medidas en las que distan por cuestiones ideológicas, y también en aquellas que, impulsadas por el Gobierno central del PSOE y Unidas Podemos, dejan a un lado a los de Andoni Ortuzar o afectan a los principios de la formación nacionalista, muy centrada en hacer suyas cuestiones como el autogobierno, las competencias vascas o el propio euskera.
Este es el caso, por ejemplo, de la reciente Ley de Vivienda aprobada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, de la cual el PNV ha quedado fuera, y sobre la que la formación jeltzale no se ha mostrado satisfecha por “romper con las competencias” de la Comunidad Autónoma Vasca respecto a este tema; o también, en una situación reciente más cercana a Euskadi, lo ocurrido con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de País Vasco (TSJPV) sobre el euskera en la OPE del organismo foral Uliazpi, aceptada por el PSE, pero recurrida por los jeltzales.
Vivienda, competencias y Bildu
Una de las polémicas más recientes ha llegado con la aprobación de la nueva ley nacional de vivienda, una norma en la que el Gobierno de España no ha contado con el PNV, aunque sí con Bildu, y sobre la que los jeltzales se han mostrado reiteradamente en desacuerdo, argumentando que la ley actual con la que cuenta Euskadi está más desarrollada, y que esta nueva norma invade las competencias vascas en esta materia. Algo que desde la parte socialista del ejecutivo de coalición en Euskadi han negado en varias ocasiones.
De hecho, mientras el secretario general del PSE, Eneko Andueza, alababa el pacto conseguido para esta norma con Bildu y ERC y su inminente aprobación, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, denunciaba que los socialistas hubieran sacado adelante esta norma con una urgencia totalmente vinculada a las elecciones, y atacaba a la coalición soberanista, de dejarse llevar en pro de sus intereses, y no por las necesidades de la ciudadanía.
Todo esto, al tiempo en que ambos socios de gobierno se veían inmersos en otro debate que les afectaba internamente, esta vez en relación al euskera y a la polémica originada después de que la Diputación de Guipuzkoa, en manos del PNV, recurriera una sentencia del TSJPV con la que este organismo anulaba el proceso de contratación de 34 cuidadores de la Fundación Uliazpi de la Diputación de Guipuzkoa, dado que en 32 de esos puestos se exigía el dominio del euskera y los jueces consideraron que se discriminaba a los castellanoparlantes al ofrecerles sólo un 5,8% de las plazas convocadas.
Ante esto, desde el PSE aseveraron que la actitud jeltzale no era lo que “se espera de un socio de gobierno” y rechazaron esta “actitud unilateral del PNV” ante una cuestión lingüística y política que afecta directamente a ambas formaciones, en este caso tanto en la Diputación de Guipuzkoa como en el Ejecutivo vasco. Aunque tampoco es la primera pugna relacionado con el euskera, una de las principales armas electorales del partido nacionalista y de Bildu.
Atribuirse logros
Los problemas entre socialistas y jeltzales llegan también cuando ambas partes quieren atribuirse los logros del Gobierno, cuando mediante comunicados, ruedas de prensa o cualquier otro método, una parte del Ejecutivo trata de hacer suya una medida o una propuesta antes de que lo haga la otra parte.
Es justamente esto lo que ha ocurrido recientemente con el Plan de Cuidados presentado este miércoles tras la comisión de la Mesa de Diálogo Social. Una medida que tanto la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, del PNV; como la consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, de la parte socialista del Ejecutivo, trataron de colgarse la medalla de este logro.
En este caso, fue la política jeltzales quien en un comunicado de prensa hizo suyo el acuerdo con patronal y sindicatos para alcanzar un ajuste sobre el sector de los cuidados y para impulsar la contratación tanto de las personas jóvenes como de los desempleados de 45 y 50 años.