El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, da otro ejemplo de funambulismo político. Porque lo suyo con los dos grandes partidos vascos supera la geometría variable. Asegura que el PNV es su socio preferente porque "con Bildu son acuerdos puntuales", pero lo cierto es que ambas formaciones son compañeros habituales del Ejecutivo de PSOE y Podemos. Peneuvistas y soberanistas llegan a acuerdos en Madrid porque compiten por ver cuál de los dos se presenta ante los ciudadanos vascos como más pactista, estable y serio. Y así parece que seguirán las cosas en este ciclo electoral.