El Condado de Treviño, perteneciente a la provincia de Burgos pero ubicado al sur de Álava, a solo 20 kilómetros de su capital, ha sido desde hace décadas foco de fuertes disputas sobre su pertenencia. La desanexión con Castilla y León y su consecuente integración con Euskadi ha marcado la vida política de este emplazamiento que cuenta con una población inferior a los 1.500 habitantes, dejando resultados que parecen dilucidar una clara apuesta por el sentimiento vasco. 

Este sentimiento de pertenencia quedó constatado en las elecciones anticipadas de Castilla y León en 2022. Entonces la abstención superó el 60% en el caso del municipio de Condado de Treviño y lo rozó en el municipio de La Puebla de Arganzón, porque, tal y como admitieron los vecinos en ese momento, “no eran sus elecciones”. 

En las municipales de 2019 este sentimiento de pertenencia vasco fue también más que evidente. Los partidos vascos o los favorables a la desanexión con Castilla y León obtuvieron una importante ventaja respecto a los favorables con mantenerse en dicha comunidad, dando como resultado que la mayoría de concejales de ambos municipios fueran de agrupaciones favorables a la ruptura con el territorio presidido por Fernández Mañueco y reflejando la voluntad de sus vecinos por pertenecer a Álava, provincia de la que ya se benefician de algunos servicios, como es en muchas ocasiones los sanitarios. 

El 50% de los votos para partidos favorables a la anexión con Álava

En el municipio de Treviño la respuesta a la llamada a las urnas hace cuatro años fue contundente. La mitad de los votos de esta localidad, la más poblada del condado, se repartieron entre A.I.C.T -Agrupación Electoral Independiente del Condado de Treviño, que consiguió dos concejales, EH Bildu, que consiguió un concejal y PNV, agrupación de la que fue elegida el nuevo alcalde y de la que salieron dos concejales. 

Enrique Barbadillo se convirtió así en el nuevo alcalde con el apoyo de su partido político y de los otros dos partidos favorables a la desanexión. Aunque este no finalizaría su legislatura, ya que abandonó el cargo el 1 de julio de 2022, alegando motivos personales y de salud. Tras él y después de múltiples intentos de la agrupación jeltzale de mantenerse en el poder, acabaría sucediéndolo y poniendo punto final a la legislatura Adolfo Estavillo, del partido independiente Ciudadanos del Condado.

Esta agrupación independiente fue la más votada en 2019, aunque la mayoría de los grupos favorables a la integración en Euskadi le impidieron llegar en ese momento a la alcaldía. Consiguió 2 concejales y 125 votos, uno más que A.I.C.T. El PP también consiguió un concejal hace cuatro años y 111 votos, partido que hace unos meses reprochó al PNV, en aquel momento en la alcaldía que “pese a haber conseguido los apoyos para llegar ahí, no tienen claro cómo defender su propuesta estrella, la de pertenecer a Álava”. 

El primer alcalde de EH Bildu en un municipio burgalés

En La Puebla de Arganzón la voluntad de los vecinos quedó reflejada de una manera todavía más clara. Pablo Ortiz de Latierro se convirtió en el primer alcalde de EH Bildu en un municipio burgalés, y su lista, con 118 votos, fue la más votada. De esta manera, este joven sustituyó a Roberto Ortiz, un vecino de la localidad de la agrupación Nueva Puebla -también favorable a la ruptura con Castilla y León- que presidió la alcaldía durante tres legislaturas. 

Este año Ortiz de Latierro repite como cabeza de lista y se marca como objetivo conseguir la anexión con Álava, algo que, si bien se lo marcó en 2019, la pandemia y el cambio de mandato en el pueblo vecino frenó. “Estuvimos año y medio bloqueados con este tema por la pandemia. En diciembre de 2021 ambos ayuntamientos aprobaron una moción para montar una mesa con los dos equipos, pero con el cambio de alcaldía en Treviño esto no ha podido ser, porque el alcalde no ha querido”. 

Espera ser reelegido como alcalde de la localidad, explica, porque quiere “crear esta mesa entre ambos ayuntamientos para abordar desde el plano institucional los siguientes pasos a dar y hacer una hoja de ruta conjunta” y añade que, el sentimiento de pertenencia vasca “no ha disminuido, es más, en todo caso, ha aumentado porque hay más población y están reactivándose iniciativas y plataformas populares -arrastradas por movimientos populares anteriores- que van a luchar por ello y a acompañar a las acciones institucionales”. Habrá que esperar, por tanto, a las elecciones del próximo 28 de mayo para constatar si el sentimiento de anexión está más vivo que nunca. 

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