Aprobado en Consejo de Gobierno el proyecto de ley de la nueva ley de Educación este martes, norma que pretende convertirse en el gran logro de esta legislatura, las reacciones de los partidos políticos vascos no se han hecho esperar. Y es que este nuevo texto, sacado adelante por los socios de Gobierno, PNV-PSE, parece que no acaba de convencer al resto de agrupaciones.
La parlamentaria de PNV, Leixuri Arrizabalaga, ha señalado que este proyecto es fruto de un “amplio consenso político” y ha asegurado que va a tener una gran trascendencia para Euskadi en los próximos años, manifestando que ahora es el momento en el que todos los partidos políticos con representación parlamentaria deberían “arrimar el hombro” para que entre todos “se asegure y se afiance una nueva ley educativa que nos acompañará hasta el año 2050”.
Así, tras su aprobación en Consejo de Gobierno, el proyecto de ley será remitido a la Cámara vasca para su tramitación, donde se analizarán posibles mejoras en el texto. Por eso Arrizabalaga ha pedido “a los grupos seguir trabajando, como hemos trabajado hasta ahora, con generosidad por parte de todos, sobre un objetivo común: la mejora de la educación para el alumnado y las familias”.
‘Aspectos que pulir’
Por su parte, el socio minoritario del Gobierno, el PSE, pese a haber facilitado la aprobación del proyecto - “porque no es nuestra intención obstaculizar su tramitación ni la búsqueda de consensos más amplios”- no se ha mostrado totalmente satisfecho con él, y a través de un comunicado ha asegurado que “para contar con nuestro apoyo futuro deberá resolver determinados aspectos que entendemos no han sido suficientemente atendidas por el Departamento”
Aspectos como el cambio de los modelos lingüísticos o la creación de un Consejo Asesor de Condiciones Laborales para todos los trabajadores de los centros públicos y concertados, algo que, ha pedido el PSE, “debe suponer que se limite su alcance a las condiciones laborales en los centros privados concertados, dado que no puede entenderse que las patronales de la concertada negocien condiciones para los trabajadores públicos”. Elementos que, para que el PNV cuente con el apoyo de su socio, “deberán ser revisados y corregidos en la tramitación parlamentaria, que desde el PSE-EE esperamos que se produzca con la profundidad que merece una ley con la trascendencia de la de Educación”.
“Decepción y preocupación”
El parlamentario de EH Bildu, Ikoitz Arrese, ha asegurado por otro lado que aunque su grupo analizará "minuciosamente" el contenido del proyecto aprobado, “con el fin de garantizar el cumplimiento del acuerdo que en materia de educación se alcanzó en 2022 por los grupos que representan más del 90% de los escaños de la Cámara”; continuarán actuando “como hasta ahora, con rigor y con responsabilidad”, ya que, "desde Euskal Herria-Bildu, no vamos a dejar pasar la ventana de oportunidad que hoy se nos abre".
Elkarrekin Podemos-IU es el grupo parlamentario que más decepcionado parece estar ante la aprobación de este proyecto y así lo ha dejado saber Miren Gorrotxategi, su portavoz: “Cuando lo firmamos fue un momento de alegría y mucha esperanza; pensábamos que por fin, el Gobierno había asumido los retos y que estaba dispuesto a hacer un cambio de rumbo, profundo y sustancial en el sistema educativo vasco. Esta esperanza se ha ido estropeando por el camino a golpes de decisiones del Ejecutivo y ahora se ha convertido en decepción y preocupación”.