Quedan escasos días para el 28 de mayo y durante esa jornada, 1.708.980 ciudadanos vascos están llamados a votar en las elecciones municipales y forales. De todos ellos, 78.342 tendrán la oportunidad de hacerlo por primera vez, son aquellos que han alcanzado la mayoría de edad en los últimos cuatro años.
Los jóvenes son un electorado al que le cuesta movilizarse y que, como en otras democracias, presentan niveles altos de abstención. Al haberse incorporado recientemente al voto no prestan demasiada atención a la política y por eso los partidos consideran que las acciones comunicativas dirigidas a ellos no tienen tanta rentabilidad como las dirigidas a electorados de mayor edad.
Estrategias de los partidos
Los canales tradicionales como la televisión o la radio no son eficaces para llegar a los más jóvenes durante las campañas electorales. Las redes sociales son clave para llamar la atención de aquellos que van a votar por primera vez y, en concreto, las más predominantes son Instagram y TikTok. Por eso, los partidos políticos están cada vez más presentes en estas aplicaciones y lanzan su mensaje a través de ellas para captar el voto joven.
Sin embargo, desde el punto de vista del politólogo Mikel Gómez, no se hacen “estrategias adaptadas” a estos medios, ya que los partidos utilizan los mismos contenidos que publican, por ejemplo en Facebook, para TikTok. “Teniendo en cuenta que es un electorado muy especial y que no es nada fácil llegar a ellos, falta originalidad y estrategia por parte de los partidos políticos”, señala Gómez.
Estar presentes en estas dos redes sociales es indispensable hoy en día y, además de presentar en ellas contenido político, es importante que los candidatos se muestren cercanos al elector enseñando, por ejemplo, momentos de su rutina diaria y para ello, lo ideal es hacerlo por Instagram. De esta forma, se humaniza a la persona y, a la hora de elegir, los ciudadanos prestan más atención a un candidato que muestra cómo es su vida diaria y esto genera más empatía. “Lógicamente todo esto ocurre si se trabaja bien porque no vale con publicar solo contenido personal. Para mí lo recomendable es utilizar un 10% de contenido personal y el resto político y propuestas”, explica Mikel Gómez.
Otra de las estrategias que siguen los partidos es utilizar a sus propias juventudes. Como comparten más o menos la misma edad, les es más fácil acercarse a otros jóvenes. “El PNV y Bildu lo hacen mucho porque tienen estructuras juveniles muy potentes”. El Partido Nacionalista Vasco, por ejemplo, cuenta con una organización política juvenil llamada Euzko Gaztedi (EGI).
Por otra parte, lo que este politólogo ha echado de menos en esta campaña electoral de Euskadi ha sido “el contacto en la calle”, lo que implicaría acudir a los lugares donde los jóvenes desarrollan su actividad social. “ Creo que ningún partido está consiguiendo hacer una campaña de contacto directo con los jóvenes”.
¿Quiénes sacan más rentabilidad al voto joven?
Según las pocas encuestas que se manejan —explica— el partido que “más rentabilidad” saca al voto joven es Bildu porque “adapta mucho mejor su mensaje de los valores de los jóvenes”.
El PNV también capta bastante voto joven, sobre todo en algunas zonas, y utiliza un discurso “muy anclado en valores”.
Por su parte, Podemos ha experimentado un descenso de apoyo a nivel nacional por parte de diferentes rangos de edad. Aun así, “tiene una capacidad bastante interesante de llegar a este electorado”.
Vincular el mensaje a una serie de valores
La tendencia de la alta abstención entre los jóvenes se puede cambiar y ejemplo de ello son países como México y Colombia, que en pasadas elecciones revirtieron esta situación.
Tal y como explica Gómez, la situación de estos países es muy distinta a la de España porque son lugares donde la violencia está extendida, predomina la corrupción y donde hay un notable descontento por parte de los jóvenes. Sin embargo, ya no están tan aislados como generaciones pasadas y esto les hace observar la situación de los países de su entorno y aspiran a lograr las mismas mejoras.
Esto ya asienta una base y, por supuesto, a partir de aquí los partidos políticos buscan movilizar a los votantes más jóvenes. En el caso concreto de México, en las elecciones de 2018, siguieron una estrategia diferente a la habitual y “en vez de vincular su mensaje político a una ideología, lo hicieron a una serie de valores”. “Los jóvenes de ahora ya no se adscriben de manera identitaria a un partido político o a una ideología. Por eso es un electorado que, además de que cuesta movilizarlo, cambia más rápido su sentido de voto. Tienen que centrar más sus discursos en los valores que conectan mejor con los jóvenes.”