Arnaldo Otegi no está muy contento con el pacto que este viernes firmaron PNV y PSE para gobernar en coalición todos aquellos territorios donde ambos partidos en conjunto conforman una mayoría. Consciente de que este acuerdo evita que su formación pueda gobernar en decenas de Ayuntamientos de Euskadi, el coordinador de EH-Bildu cargó duramente contra socialistas y jeltzales.
El problema para Otegi no es solo que la reedición de este pacto haga de la victoria electoral en Vitoria y Gipuzkoa algo completamente efímero, sino que permite al PNV y al PSE gobernar de manera bastante estable al tener el control del Ejecutivo vasco, de las tres Diputaciones Generales, las tres capitales vascas y más de 100 municipios en toda Euskadi. Algo que para la coalición soberanista, indiscutiblemente la segunda fuerza política de la Comunidad Autónoma Vasca, es una amenaza a tener en cuenta si en las autonómicas del próximo año quiere tener alguna posibilidad de cumplir su ansiado sorpasso a los nacionalistas
Por esta razón, el dirigente abertzale va a utilizar todos los medios que tenga en su mano para tratar de deslegitimizar este pacto, empezando por uno de los argumentos que más calado pueden tener en Euskadi: el rechazo hacia las negociaciones que el PNV y el PSE necesitan llevar a cabo con el Partido Popular para hacerse definitivamente con instituciones como la Diputación General de Gipuzkoa, o los Ayuntamientos de Vitoria y Durango, en donde los escaños del PP, por pocos que sean, son dispensables.
Durango y el PP de Ayuso
Hace unos días Otegi, en un ejercicio de malabares ciertamente curioso, pedía "deportividad" y "respetar las mayorías" que se habían elegido el pasado 28 de mayo, en especial alusión a la capital alavesa y Gipuzkoa; aunque luego reclamaba también el Ayuntamiento de Pamplona, en donde su formación quedó por detrás de Unión del Pueblo Navarro (UPN).
Y en una línea similar, el pasado miércoles, en una entrevista para Radio Euskadi, se preguntaba si el PNV estaría dispuesto a quitarle a Bildu el Ayuntamiento de Durango "con el apoyo de la ultraderecha española", asegurando que en este municipio vizcaíno, "Vox renunció a presentarse para que el PP sacase su escaño". Un solo edil, Carlos García, que en la misma noche electoral ya anunció por Twitter que usaría su puesto para evitar un gobierno de EH-Bildu. Es justamente en Durango donde los populares introdujeron en sus listas a Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Así, el dirigente soberanista, con un ojo en las elecciones generales del próximo 23 de julio y el otro en las autonómicas de 2024 -donde no se sabe todavía si concurrirá él como candidato-, tiene clara ya cuál es su estrategia política contra sus principales rivales políticos, y esta pasa por vincular el acuerdo entre PNV y PSE, no solamente con el Partido Popular, sino también con Vox y la extrema derecha.
Para Otegi, si peneuvistas y socialistas usan los votos del PP para desbancar a la coalición abertzale, están yendo "con la ultraderecha española" y "el partido de Ayuso". Un argumento que seguramente vaya a exprimir hasta la saciedad para atraer hacia su partido a quienes tengan dudas en las dos próximas fechas electorales.