El de Gernika es un caso curioso, y por lo menos de estudio: una localidad con el mismo alcalde desde hace 16 años, reelegido nuevamente este sábado para una legislatura más, pero en la que el Ayuntamiento ha estado en manos de tres formaciones diferentes, y sin cambiar de primer edil desde 2007. Aunque esto, pese a que en las investiduras de este sábado el actual alcalde revalidó su cargo, cambiará dentro de aproximadamente un mes.
Puede parecer una afirmación o un caso surrealista, pero nada más lejos de la realidad. José Maria Gorroño, el actual dirigente de Gernika, lleva cuatro legislaturas seguidas al frente del Consistorio, y este sábado ha sido elegido una vez más para dirigir Gernika.
Pero lo sorprendente, más allá de que Gorroño se mantenga tantos años al frente de esta localidad, es que ha sido capaz de mantener la alcaldía con hasta tres formaciones políticas diferentes: EH-Bildu, PNV, y ahora con la plataforma vecinal Guztiontzako, que pese a ser la segunda, detrás de la izquierda abertzale, se ha impuesto con el apoyo del Partido Nacionalista.
Sin embargo, pese a haber reelegido a su alcalde, dentro de aproximadamente un mes Gernika se encontrará con un escenario casi desconocido para muchos votantes: el nombramiento de un nuevo primer edil en la localidad. Esto se debe a que Gorroño, a raíz de un "veto" impuesto por el PNV, ha decidido que va a abandonar su cargo al frente del Ayuntamiento para cedérselo a su hermano, Iñaki Gorroño, también miembro de los independientes de Guztiontzako Herria, aunque ha apuntado que mantendrá su acta como concejal.
Con el traspaso entre los hermanos de la alcaldía, esta localidad vizcaína presenciará el próximo mes un cambio que no se producía en el Ayuntamiento desde hace 16 años. Quien sabe si a partir de entonces se sucederán otros 16 años nuevamente con un nuevo primer edil, para que, al menos, el apellido del alcalde siga sin cambiar, independientemente de las siglas del partido que esté gobernando.