Continúa la polémica en torno al la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja. A la decisión de la Asociación Bodegas Familiares de Rioja, que agrupa un total de 216 empresas, de salir del Consejo Regulador por no estar de acuerdo con la gestión de la producción; se suma ahora las nuevas declaraciones del diputado general de Álava, Ramiro González, que ha pedido a la entidad que cambie su modelo de gestión y "entre en el siglo XXI", apostando por la calidad y la diferenciación.
Así, la polémica parece no tener fin. Y es que hace solo seis días, la Asociación Bodegas Familiares de Rioja se retiraba de las mesas de gestión de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja -el Pleno del Consejo Regulador y la Interprofesional del Vino de Rioja- por su desacuerdo con la política estratégica, que "iba en contra del modelo de negocio de la pequeña y mediana bodega".
Tal y como explicó a Crónica Vasca el presidente de Bodegas Familiares de Rioja, Eduardo Hernáiz, la decisión venía motivada, entre otras cosas, por una devaluación del vino "insostenible para las pequeñas y medianas empresas, que no podían hacer frente a precios tan competitivos".
Este martes, y después de que se especulase con la posibilidad de que la siguiente en salir del Consejo de la DOCa fuese la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA), Ramiro González ha defendido que el modelo actual de Rioja hace muy difícil la supervivencia de muchas bodegas y viticultores, y ha pedido al Consejo Regulador "que no haga como si no pasara nada". "Espero también que el Ministerio no apoye acríticamente al Consejo", ha añadido.
Para González, la apuesta debe de ser por la calidad del producto, una reflexión que "comparte gran parte del sector, también en la comunidad de La Rioja"; y ha abogado además por la diferenciación, con una denominación de origen de Rioja Alavesa dentro de la Denominación Rioja, un modelo que "permitiría diferenciarse a todos, también a los vinos de la Rioja".