Los sindicatos y la oposición claman contra la inclusión de los modelos en la Ley de Educación

Parece que finalmente, la esperada Ley Vasca de Educación, que hace poco más de un año se presentaba como un proyecto integrador, consensuado, y compartido por la gran mayoría del Parlamento vasco, se está convirtiendo en un nuevo frente para el Departamento que dirige el consejero Jokin Bildarratz. Si el proyecto de ley que el Consejo de Gobierno aprobó el pasado abril había servido para contentar a EH-Bildu, las enmiendas que PNV y PSE-EE presentaron este martes para modificar este mismo texto lograron todo lo contrario. 

El objetivo de estas modificaciones era "blindar" definitivamente los modelos lingüísticos y asegurar su vigencia en la nueva ley. Algo con lo que EH-Bildu estaba en total desacuerdo y que este miércoles le llevó a pedir explicaciones al Ejecutivo vasco y al consejero Bildarratz.

Así, el director de programa de la formación abertzale, Pello Otxandiano, aseguró que con la presentación de estas enmiendas, los socios del Ejecutivo vasco habían dado "un cambio de guion". Razón por la cual, dejó caer que su apoyo a la norma quedaba en el aire, puesto que hasta ahora ni en el pacto educativo alcanzado en 2022, ni en los tres anteproyectos de ley, ni en el texto aprobado este abril "se había hecho mención alguna" sobre ellos.

Pero Bildu no ha sido el único en criticar la decisión tomada por los socios del Ejecutivo vasco respecto a los modelos lingüísticos. También Elkarrekin Podemos-IU entró este miércoles en esta polémica y denunció que su permanencia en el sistema educativo rompe con las bases que su partido, Bildu, PNV y PSE-EE acordaron el año pasado para dar su apoyo a esta norma. De este modo, la portavoz de la formación morada, Miren Gorrotxategi, insistió en que mantener los modelos es "incompatible" con el desarrollo de una educación plurilingüe y cuestionó que con el modelo A -casi marginal en Euskadi-, se pueda asegurar que el alumnado alcance un nivel B2 de euskera al final de su vida académica. 

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz / Europa Press

Movilizaciones y "más euskera"

Fuera de los grupos parlamentarios y de las reacciones del resto de formaciones políticas, en su mayoría en contra de las enmiendas presentadas por jeltzales y socialistas, también los sindicatos han compartido su descontento con la decisión de mantener los modelos lingüísticos en la Ley Vasca de Educación. 

Tanto LAB como ELA, las dos centrales sindicales con mayor representación en Euskadi, han rechazado estas modificaciones del proyecto de ley, y en el caso de ELA, incluso han llamado a intensificar las huelgas y las movilizaciones para dejar sin efecto el texto. Sumando todavía más presión al Ejecutivo vasco, que en los próximos meses deberá afrontar hasta tres huelgas educativas: una protagonizada por el personal de la escuela pública el próximo 24 de octubre; otra por el de la enseñanza concertada los días 17, 18 y 19 de octubre y del 11 al 15 de diciembre; y una última por los profesores de la UPV/EHU el día 11 de octubre.

ELA, que es uno de los impulsores de las dos primeras huelgas mencionadas, compartió un comunicado de prensa en el que asegura que este es "el momento" de intensificar las protestas en contra de una ley que su sindicato "lleva meses denunciando", puesto que desde sus borradores "recoge generalidades que perpetúan el núcleo del sistema educativo actual".

Además, a su juicio, el mantenimiento de los modelos actuales permite incluso "reducir la presencia del euskera en el modelo D a favor del inglés y del castellano". Algo sobre lo que se posicionan completamente en contra y por lo que acusan al PSE de aceptar "la imposición generalizada del castellano", y defender "el derecho a no conocer el euskera", en un momento en el que "los votos de los partidos abertzales son imprescindibles para la presidencia de Pedro Sánchez".

Por su parte, el sindicato LAB también se pronunció en defensa de impulsar una educación todavía más euskaldunizada y también mediante una nota de prensa, aseveró que a "la educación necesita más euskera", mostrando así su rechazo absoluto a las enmiendas presentadas por PNV y PSE, y a que se mantengan los modelos. En esta línea, aseguran que los modelo A y B, no garantizan el aprendizaje del euskera, mientras que el modelo D "tampoco euskalduniza del todo".