Emanciparse ya no es tarea fácil, menos aún para los más jóvenes de Euskadi. Según los últimos datos proporcionados por el Gobierno vasco, en 2021 la edad media de emancipación de la población vasca se situaba en los 29,7 años, cinco años por encima de la edad que las personas jóvenes de 18 a 34 años consideran ideal para emanciparse -24,5-, y tres años más tardía que la media europea, que se estima en 26,5.
Así, la edad media de las personas que abandonan su domicilio familiar aumenta, mientras que la tasa de emancipación de las personas que lo hacen cae año tras año, dejando cifras como que en Euskadi, sólo el 32,9% de la población de 18 a 34 años está independizada, seis puntos menos que en 2019. Además, las diferencias por edad y por sexo son muy acusadas: en el colectivo de 18 a 24 años apenas está emancipada el 5,2% de la juventud y entre los 25 y los 29 años son el 32,8%. Un 38,1% de las mujeres jóvenes vascas ya está independizado, mientras que en el caso de los hombres el porcentaje cae 10 puntos, hasta el 27,7%.
Si bien estos últimos datos facilitados por el Ejecutivo corresponden a 2021, cabe esperar que estas cifras hayan crecido en los dos últimos años. Y es que en 2021 una persona joven de Euskadi debía destinar el 52,9% de su salario neto al pago de la hipoteca para comprar una vivienda libre o el 51,1% en caso de alquiler, porcentaje que, dado el aumento del coste de vida ha crecido exponencialmente.
Bajo este contexto de “profunda preocupación por la emancipación de la juventud”, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha presentado el V Gazte Plana o Plan Joven que aglutina las medidas del Gobierno vasco para impulsar la emancipación de este sector de la población, con el objetivo de reducir considerablemente estos parámetros y que en 2030 esta tasa se aproxime al 50%, nivel en que se sitúa la media de la UE-27 (50,6%), y la media de edad por debajo de los 28 años.
Más de 230 millones de euros para paliar esta problemática
El plan operativo diseñado por el ejecutivo contempla un total de 263 actuaciones con un presupuesto de 314.894.028 euros. De este presupuesto, el 74% -232.295.362 euros- irá destinado exclusivamente a 91 actuaciones para favorecer la emancipación entre los jóvenes. Entre estas se incluye el programa Lehen Aukera destinado a la contratación de personas jóvenes, en situación de desempleo y sin experiencia previa o con escasa experiencia laboral, en empleos relacionados con su titulación.
También las becas para la transición educativa al mundo laboral o al emprendizaje, las becas Global Training y BEINT, que tienen como objetivo capacitar a los jóvenes titulados vascos en el ámbito de la internacionalización, ayudándoles a adquirir conocimientos académicos y experiencia práctica en los mercados exteriores, facilitando la movilidad a través de entidades y empresas internacionalizadas. Este programa tiene una duración total de 2 años, dividida en 3 fases y está destinado a jóvenes del País Vasco menores de 30 años con titulación universitaria superior de grado. Cuenta, además, con una dotación entre 30.000€ y 70.000€ por persona en función del nivel de vida de su destino internacional.
Por último, el lehendakari ha recordado las ayudas al pago del alquiler del Programa Gaztelagun, y la nueva ayuda Emantzipa para facilitar la emancipación de jóvenes entre 25 y 29 años. Las primeras consisten en el pago mensual de un porcentaje de la renta abonada por el alquiler de una vivienda libre ubicada en el País Vasco, hasta el cumplimiento de 36 años de edad; las segundas, contemplan una ayuda económica directa de 300 euros al mes durante dos años para jóvenes de 25 a 29 años, que hayan iniciado o vayan a iniciar un proceso de emancipación y cuya renta anual no supere los 28.000 euros. Iniciativas que sin duda serán reconfortantes para muchos jóvenes vascos pero que, tal y como avisan los expertos, no serían suficientes para atajar este problema estructural latente en el territorio.