El acuerdo que este jueves han alcanzado PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez, y que tiene como punto clave la amnistía de los delitos perpetrados por el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont y el resto de su equipo durante el Procés, deja ya el camino del líder socialista completamente allanando para ser nombrado, de nuevo, presidente del Gobierno.

Un pacto suscrito en Bruselas por el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, que incluye también los casos de la denominada 'lawfare' o judicialización de la política, tal y como llevaba semanas reclamando la formación independentista catalana.

Así, después de numerosos retrasos a raíz del debate en torno a la Ley de Amnistía que permitirá la vuelta de Puigdemont -actualmente instalado en Waterloo- y el resto de condenados, se ha elaborado un texto definitivo que ha dejado conforme a la formación independentista catalana, y que tiene como objetivo "procurar la plena normalidad política, institucional y social como requisito imprescindible para abordar los retos del futuro inmediato".

Con esto, PSOE y Junts se han comprometido a que la ley incluya no solo a los responsables políticos sino también a aquellos ciudadanos que, ante la consulta de 2014 y del referéndum de 2017, fueron objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos eventos. Perdonando así todos los delitos relacionados y condenados por estos hechos.

Desde 2012 hasta la firma del pacto

Así, tras el acuerdo, y como ha recogido la Agencia EFE, ambas formaciones han destacado que "las conclusiones de las comisiones de investigación que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta en la aplicación de la ley de amnistía en la medida que pudieran derivarse situaciones comprendidas en el concepto 'lawfare' o judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas".

De hecho, el expresident Carles Puigdemont ha venido exigiendo que la ley de amnistía se aplicara a estos casos que, según ha denunciado, implican "un uso estratégico de las leyes para perjudicar a disidentes". Algo que podría incluso abrir la puerta a que la amnistía abarque a aquellas personas que cometieron delitos comprendidos fuera del proceso independentista. Entre ellos, los de la presidente de Junts, Laura Borrrás, o el colaborador Puigdemont, José Luis Alay.

Ante el pacto de los socialistas con Junts, Santos Cerdán, ha señalado que esta ley de amnistía abarcará a quienes estuvieran relacionados con el Procés desde que este se inició en 2012 hasta este mismo jueves, día en el que se ha firmado el acuerdo. Aunque ha matizado que serán los jueces quienes valoren "si cubre a unos o a otros". Además, ha señalado que la proposición de ley se trasladará al resto de grupos políticos para que la revisen y la firmen si se encuentran a favor de esta. 

Ortuzar y Puigdemont se reunen en Warterloo para "analizar el papel que jugarán en una eventual investidura"/Twitter:PNV

La variante del PNV

Ahora que se ha cerrado el apoyo de Junts a la investidura de Sánchez, queda todavía conocer qué hará el Partido Nacionalista Vasco. Aunque los jeltzales han mostrado en numerosas ocasiones su disposición por llegar a un acuerdo y votar en favor del secretario general del PSOE, el acuerdo entre el PNV y los socialistas todavía no se ha cerrado.

De hecho, varios dirigentes jeltzales, entre ellos el lehendakari, Iñigo Urkullu, han recordado recientemente que Sánchez debe todavía negociar el apoyo de los cinco diputados nacionalistas, los cuales, solo tendrían que abstenerse para permitir la investidura del líder socialista. 

Así, según Europa Press, desde el PNV han señalado que por el momento ni tienen previsión de comunicar algo al respecto, y han insistido en que hasta que no haya "novedades relevantes" sobre un posible pacto, los jeltzales se mantendrán "volcados en la negociación y con una discreción total".

Por su parte, Santos Cerdán ha insistido en que durante los últimos días su "ámbito de negociación" era el acuerdo con Junts, pero se ha mostrado convencido de que el apoyo del PNV "si no está cerrado, está a punto de cerrarse".