En las próximas elecciones autonómicas vascas, el PSE-EE se presentará con un nuevo candidato, Eneko Andueza (Eibar, 1979). Su actual secretario general, elegido en 2021, afronta sus primeros comicios a la cabeza del partido, en un momento en el que el PSE puede aprovechar la decadencia del PNV para convertirse, una vez más, en la segunda fuerza democrática de Euskadi.
En este mismo contexto, EH-Bildu amenaza con ganar las autonómicas del próximo año, y de seguro, el PSE contará con la llave para conformar un Gobierno. Ya sea de la mano del PNV -como ha hecho en las dos últimas legislaturas-; apoyando un Ejecutivo liderado por la izquierda abertzale; o incluso conformando un Gobierno dirigido por los propios socialistas.
A esto hay que añadir los recientes ataques contra las sedes del PSE-EE en Gipuzkoa, una serie de actos que se suman a los perpetrados el pasado 6 de octubre contra la tumba y el monolito en honor del socialista, Fernando Buesa, asesinado por ETA, y que según Andueza "traspasan absolutamente todos los límites".
- Pasando ahora a las elecciones autonómicas del próximo año ¿Se ve usted como ganador en 2024?
- Yo me veo por ahora como candidato a lehendakari, que es lo que me corresponde. Siempre he tenido muchísimo respeto al papel fundamental, clave e indispensable que tiene la ciudadanía vasca, en tanto en cuanto es quien debe darnos la confianza. Prefiero esperar a que la ciudadanía vasca hable para tener más claras mis expectativas políticas y personales. En cualquier caso, sí estoy convencido de que el Partido Socialista saldrá a ganar. Hemos tenido un papel fundamental durante las últimas legislaturas. Estamos siendo determinantes para dotar de estabilidad a nuestras instituciones, y para avanzar desde la racionalidad, desde el equilibrio y sobre todo, haciendo políticas que verdaderamente son necesarias y efectivas a la hora de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Tenemos un papel clave en todas las instituciones, y eso permite demostrar cuál es la capacidad de gestión del Partido Socialista.
- En caso de que el PSE superara al PNV en votos y quedara como segunda fuerza ¿Qué resultado le serviría a usted para presentarse a una investidura sabiendo, por ejemplo, que tendría el apoyo del PNV?
- Siempre valoramos por encima de todas las cosas el para qué queremos gobernar. Tendríamos que ver qué proyectos presentan el resto de partidos para compararlo con nuestro proyecto de país y ver que confluencias existirían. Cualquier decisión que tome respecto al futuro de este país será pensando en la ciudadanía vasca y no en los intereses partidistas o particulares que pueda tener como secretario general. Llegará el momento de tomar las decisiones y cualquiera de las que tomemos será pensando en el bien de la ciudadanía vasca.
- Pase lo que pase, van a tener ustedes la llave de la gobernabilidad en Euskadi ¿Estarían dispuestos a apoyar a un lehendakari de EH-Bildu?
- Yo a lo que aspiro es a no tener la llave de la gobernabilidad, sino el liderazgo de este país. Yo le puedo decir una cosa. Con EH-Bildu nos separan muchas cosas. Nos separa la cuestión ética, pero también, algo de lo que se habla pocas veces, un modelo de país que dista mucho del que tenemos nosotros. Eso se está viendo perfectamente en la tramitación de la Ley de Educación. Yo lo he dicho por activa y por pasiva desde el momento en que fui elegido secretario general del PSE-EE, nosotros no vamos a hacer lehendakari a ningún candidato de EH-Bildu.
- ¿Cree que Urkullu será el candidato del PNV? Hay quienes, como Andoni Ortuzar, dicen verle con fuerzas
- Yo no soy quien para pensar sobre el futuro del lehendakari. Además, es una decisión que considero por encima de todo una decisión personal, más incluso que propia de su partido, y tengo muy claro que el lehendakari tomará la decisión que estime oportuna pensando en lo mejor para la ciudadanía vasca.
- Ya que ha mencionado la ley de educación. Esta es una norma casi tan polémica como esperada, y el consejero, Jokin Bildarratz, ha dicho que quiere aprobar para finales de este año. Ustedes mismos protagonizaron ciertas tensiones con el proyecto de ley y con las enmiendas que blindaron los modelos lingüísticos ¿Cómo valora usted el proceso y la actualidad de esta norma?
- Hay determinadas fuerzas políticas que se han empeñado en poner el acento en lo identitario, y lo que verdaderamente nos debe preocupar es el papel de la Escuela Pública Vasca, y el rendimiento de nuestros alumnos. Ahí está el verdadero reto, y no en la cuestión de los modelos, que por otra parte, el Partido Socialista ha dejado muy claro que los padres deben tener libertad absoluta para elegir en qué modelo quieren estudiar sus hijos. Tenemos retos muy importantes y se ha hablado muy poco durante esta tramitación de lo que verdaderamente importa. Hay otros debates y otros retos pendientes que merecen un papel clave, como la lucha contra el bullying, la educación sexual, la igualdad, la diversidad o la segregación. Todo esto debe ir antes de una lucha de modelos que se centra en la identidad y en las ansias de algunos de hacer de nuestro sistema educativo una herramienta para la construcción nacional, nacionalista.
- ¿Rompen las enmiendas de su partido el Pacto Educativo de abril, como reclaman desde EH-Bildu y Elkarrekin Podemos-IU?
- Para nada, el PSE ya puso las líneas rojas en el momento previo a la firma de este pacto educativo y creo que nos hemos mostrado firmes en nuestro posicionamiento para preservar la libertad y lo que tienen que ser los elementos básicos y realmente importantes de esta ley.
El PNV decidió echarse a los brazos de EH-Bildu y emprender un camino que nos llevaba fuera de la constitución y a iniciar un Procés a la vasca
- Ya por terminar ¿Está más cerca un nuevo Estatuto de autogobierno vasco?
- Hace unas semanas en la celebración del aniversario del Estatuto de Gernika dijimos que nunca nos vamos a negar a que se abriera ese debate y a participar en él. Tenemos un porcentaje amplísimo de acuerdo entre la mayoría parlamentaria de este país. Podemos decir que tenemos hasta un 90% de ese nuevo estatuto acordado y que si a día de hoy no lo tenemos, es porque precisamente el PNV decidió echarse a los brazos de EH-Bildu y en el 10% del acuerdo que resta decidió emprender un camino que nos llevaba fuera de la constitución y nos llevaba a iniciar un Procés a la vasca. Tienen una muy buena oportunidad de enmendar aquel error y que en la próxima legislatura hagan esa enmienda a su viraje con EH-Bildu, para que todos, en el marco de la constitución, seamos capaces de acordar un nuevo estatuto que abra un nuevo horizonte a Euskadi.
- ¿Qué competencias quedarían reflejadas en ese nuevo Estatuto?
- Debemos centrarnos en incorporar en ese nuevo estatuto todos los derechos sociales que hemos ido conquistando en los últimos 44 años. A partir de ahí tendremos margen para analizar qué más se puede incorporar, pero tenemos que recordar que en la actualidad, las instituciones vascas gestionan 96 de cada 100 euros que tenemos la competencia de recaudar. Por lo tanto, el nivel de autogobierno que tenemos es probablemente el más alto de toda Europa, y el margen que tenemos es muy pequeño. Debemos defender ese autogobierno, incorporando a ese Estatuto todos los derechos que hemos conquistado en las últimas décadas, pero sobre todo, sacándole el máximo rendimiento a una herramienta como el autogobierno que nos ha traído aquí y puede hacer posible que conquistemos el mejor de los futuros para Euskadi.
- Déjeme preguntarle ahora por los recientes ataques contra la sede del PSE-EE en Gipuzkoa y también contra el PNV ¿A qué los asocia? ¿Qué motivaciones cree que hay detrás?
- Ha habido ataques de diferente sesgo ideológico. Hay miembros de la extrema derecha que vienen atacando reiteradamente nuestras sedes desde hace años, y hace cosa de dos semanas tuvimos un ataque muy importante por parte de GKS enfrente de nuestra en Gipuzkoa. Un Ataque grave igual al que habíamos sufrido previamente por parte de los miembros de la extrema derecha, y eso atiende al discurso de odio que vienen haciendo algunos durante los últimos tiempos. Solo contribuye a que algunos hagan un ejercicio nostálgico de incorporar la violencia al discurso político.
- Un paso más grave fueron los ataques contra la tumba y el monolito en honor del dirigente socialista, Fernando Buesa, asesinado por ETA ¿Cómo se llega a este punto?
- No consigo encontrar una razón para que se cometa algo tan absolutamente atroz. No tiene cabida en nuestra democracia ni en la cabeza de cualquier persona que sea medianamente racional y normal. No sé a qué puede atender eso, pero lo único que se puede hacer es dar una respuesta contundente de condena y de denuncia de unos hechos que traspasan absolutamente todos los límites. No es la primera vez que se ataca el monolito, una placa o cualquier elemento en recuerdo de una víctima del terrorismo, pero profanar su tumba traspasa cualquier elemento de lo racional y humano.
- ¿Cómo sentó la no condena de EH-Bildu ante estos ataques?
- Estas actitudes siguen situando a EH-Bildu en un plano que deben superar. He dicho que con EH-Bildu nos separan muchísimas cuestiones en lo ético y esto es un hecho que así lo constata. Me da la sensación de que EH-Bildu no se atreve a dar ese paso de condenar y quitarse esa piedra en la mochila. En la vida hay que ser suficientemente valiente para afrontar el pasado de uno mismo, mirarse en el espejo, hacer autocrítica y reconocer todo lo malo que han hecho al conjunto de este país.