Las elecciones autonómicas vascas del próximo 21 de abril se presentan, casi, como una entrada al bipartidismo en Euskadi. Según el último Sondeo de Previsión de Voto elaborado por el Gobierno vasco, PNV y EH Bildu empatarían a 29 escaños. Lo que pondría a ambas formaciones con 58 escaños de los 75 a ocupar en la Cámara autonómica. Una cifra considerablemente mayor comparada con los 52 que jeltzales y soberanistas reúnen en la actualidad.
Así, según los datos compartidos este miércoles, el empate entre EH Bildu y PNV vendría acompañado de la desaparición de Podemos y Vox del Parlamento vasco y el estancamiento del resto de partidos políticos. Tanto el PSE-EE, con 10 asientos, como el PP, con 6, mantendrían los escaños que tienen actualmente; mientras que Sumar, con 1, entraría en su primera participación en unas autonómicas vascas.
Con estos 29 asientos, la candidatura de Imanol Pradales lograría frenar ese descenso tan acentuado que venían mostrando las últimas encuestas. Con algunas previsiones que les ponían con 26 parlamentarios -5 menos de los que conservan actualmente-, y mostraban a EH Bildu, con Pello Otxandiano a la cabeza, como la máxima ganadora de las elecciones vascas más ajustadas hasta la fecha.
Si bien los jeltzales seguirían perdiendo 2 parlamentarios y la coalición soberanista subiría 8 respecto a los que logró hace 4 años. La fuerza más votada en lo que respecta al porcentaje de voto sería el PNV, gracias a la amplia masa electoral que conserva todavía en Bizkaia.
Por territorios, Álava y Gipuzkoa serían para EH Bildu, y Bizkaia se mantendría en manos del PNV. En el primer territorio, ambas formaciones empatarían, con 9 cada una, en el reparto de los escaños, pero la coalición soberanista, con un 31,6% de los votos, sería la más apoya. Por encima del PNV que lograría el 29,7% de los sufragios. Aquí, con 7 de los 25 escaños restantes, solo dos partidos lograrían representación: el PSE-EE (4), con un 15% de los votos; y el PP (3) Con un 13,1%. Vox perdería su único escaño, el cual vino, precisamente, de Álava.
En Gipuzkoa, la formación abertzale ganaría con una diferencia de 2 parlamentarios: 11 irían hacia la candidatura de Otxandiano, con el 40,5% de los votos, y 9 hacia la de Pradales, con el 32,7%. Los cinco restantes irían hacia el PSE, que lograría 3 y un 12% de los sufragios; el PP vasco, que con un 5,5% conseguiría un asiento; y Sumar, que con un 3,5% lograría su único parlamentario en toda Euskadi.
Este resultado sería similar al que se vería en Bizkaia, solo que a la inversa. Aquí los nacionalistas vascos lograrían 11 parlamentarios y un 38,2% de los votos; y EH Bildu obtendría 9 y un 30,1%. Una diferencia que permitiría erigirse a los jeltzales como la fuerza más votada en el conjunto de Euskadi. Además, los socialistas vascos, con Eneko Andueza a la cabeza, lograrían 3 parlamentarios y un 13,3% del voto; mientras que el PP vasco se haría con los 2 restantes y un 7,2% de los sufragios.