La Fiscalía pide cárcel para 17 acusados de ensalzar el terrorismo de ETA en un 'ongi etorri'

El pasado 13 de marzo de 2022, bajo la pancarta "Ongi Etorri Ibai-Ibai 19 Urte Tinko/ Bienvenido Ibai-Ibai 19 años firme", más de 250 personas se concentraron en el frontón de Berango para celebrar la 'vuelta a casa' del expreso de ETA, Ibai Aginaga. Este había pasado 20 años en la carcel, los últimos en la de Basauri, en Bizkaia.

Los actos, en celebraciónd de la salida de la misma, comenzaron el día de antes, cuando se colocaron "en diversos puntos de Bizkaia pancartas y pasquines anunciando el ongi etorri para el preso de ETA", según relata ahora la Fiscalía. Además, el propio 13 de marzo, durante el trayecto desde la cárcel el expreso de ETA, se encontraron "pancartas en los puentes que atraviesan la autopista A-8" e incluso cuatro personas encendieron bengalas y lanzaron petardos en un puente a la altura del barrio baracaldés de Burceña.

Al llegar al frontón, según un escrito de la Fiscalia recogido por EFE, Aginaga accedió "a través de un pasillo de honor formado por un grupo de personas", momento en el que los asistentes "empezaron a aplaudir, ondear las banderas y corear consignas en apoyo de los presos de ETA y al homenajeado".

Hace casi un mes el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, propuso sentar en el banquillo a diecisiete investigados, entre ellos el propio Aginaga y otros expresos de la banda terrorista, por un delito de enaltecimiento del terrorismo en el marco del "ongi etorri" organizado. Tras la decisión del juez, el ministerio fiscal ha presentado este jueves su escrito de conclusiones provisionales, en el que pide la pena más alta, 2 años y 9 meses de cárcel, para Aginaga, al aplicarle, como a otros cuatro acusados, la agravante de reincidencia. Entre los acusados también figuran los también expresos de la banda José María Sagarduy o Aitor Artetxe.

El fiscal les acusa no sólo por el homenaje, sino también por realizar "actos de ensalzamiento del terrorismo de ETA y de sus miembros de una manera pública y organizada" con la "finalidad de mantener viva la idea de que los métodos violentos de dicha organización terrorista siguen siendo válidos para lograr sus objetivos y que en un futuro deberán retomarse dichos métodos violentos al no existir otro medio para conseguir tales objetivos".

La Fiscalía reproduce los discursos en favor de Aginaga que se pronunciaron aquel día y el suyo propio, y considera que todo lo que ocurrió aquel día y los previos constituye un delito de enaltecimiento del terrorismo. En su escrito, el fiscal desglosa las diferentes condenas impuestas a los acusados, varios de ellos por colaboración con terrorismo. En el caso de Aginaga, fue sentenciado por delito como depósito de artefactos explosivos, falsificación o colaboración con terroristas.