Arrancan las conversaciones para formar gobierno en Euskadi que tienen más de escenificación que de negociación real. A estas alturas y dado el respaldo obtenido en las urnas el pasado día 21 por PNV y PSE sería una sorpresa mayúscula que ambas formaciones no alcanzaran un acuerdo para diseñar un nuevo ejecutivo con Imanol Pradales a la cabeza.

Este lunes, prácticamente una semana después de los comicios autonómicos que mantuvieron al PNV como formación política con más respaldo entre el electorado vasco, aunque cada vez con menor diferencia sobre EH Bildu, las cúpulas de los dos partidos que con toda probabilidad integrarán el nuevo Gobierno vasco han iniciado formalmente las negociaciones.

En un acto en Sabin Etxea que se ha celebrado en un "clima de colaboración", ha señalado el PNV, echa a andar ese tira y afloja en el que la incógnita por resolver es qué peso tendrá finalmente el PSE en el nuevo ejecutivo.

Los candidatos de PNV, Imanol Pradales, y del PSOE, Eneko Andueza, se saludan durante la jornada de reflexión previa a las elecciones / Luis Tejido - EFE

Tras los buenos resultados cosechados por la formación de Eneko Andueza el domingo 21, confirmados por el voto CERA, la sensación es que el PNV deberá ceder más poder a los socialistas al frente de Lakua. En esta última legislatura Idoia Mendia, al frente de Trabajo (incluido Lanbide) ha ostentado además el cargo de vicelehendakari, a lo que se suman dos carteras más en manos de Iñaki Arriola y Javier Hurtado. Es un paso adelante en ese avance del papel de los socialistas vascos en la principal institución gubernamental de Euskadi respecto a los cuatro años anteriores, que podría tener continuidad con Pradales como lehendakari.

De momento los dos partidos quieren mantener la discreción sobre el discurrir de las negociaciones, aunque lo cierto es que nacionalistas y socialistas están condenados a entenderse. Se da por hecho que no habrá ni siquiera contactos oficiales postelectorales con EH Bildu, una circunstancia que ha sido criticada públicamente por la coalición de Arnaldo Otegi y Pello Otxandiano.

En un momento de máxima tensión en la política nacional, que se salda de momento con la continuidad de Pedro Sánchez en Moncloa, Euskadi puede exhibir un alto grado de estabilidad institucional. Los planes de jeltzales y socialistas pasan por constituir el pleno del Parlamento Vasco antes del inicio de la campaña de las elecciones europeas, el 23 de mayo (se vota el 9 de junio), de forma que el nuevo ejecutivo pueda estar listo para los meses de junio o julio.

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