El lehendakari Imanol Pradales ha dejado atrás la ronda de contactos con los partidos políticos que, a priori, dejan buenas sensaciones en aspectos como el gran pacto por Osakidetza e inicia sus encuentros con los sindicatos y la patronal vasca. Precisamente, la primera reunión ha tenido lugar este mismo viernes con el sindicato mayoritario de Euskadi, ELA. Esta es una reunión significativa por varias razones. En primer lugar, porque ha sido la primera en 11 años, puesto que la última vez que un lehendakari se reunió con ELA fue en febrero de 2013, cuando Iñigo Urkullu y el entonces secretario general del sindicato, Txiki Muñoz, mantuvieron un encuentro en Lehendakaritza. 

Desde entonces, no han existido contactos de este tipo entre ambas partes y la relación entre el PNV y ELA se ha ido deteriorando poco a poco. El actual secretario general del sindicato, Mitxel Lakuntza, acusaba hace unas semanas a Urkullu de ser el causante de esta situación. "Históricamente se ha tenido relación con todos los lehendakaris, pero Urkullu decidió romper la interlocución con ELA", aseguraba. 

De sindicato afín al PNV a relación nula

Suena paradójico que, de conocerse a ELA como sindicato afín al PNV, los lazos sean, desde hace ya años, nulos. Durante el mandato como lehendakari del socialista Patxi López (2009-2012), ELA intensificó las huelgas en Euskadi. En este periodo, todavía existía cierta entente entre el partido y el sindicato, aunque ELA ya había comenzado a virar hacia una izquierda más radical durante el mandato de Juan José Ibarretxe (1999-2009) y bajo la dirección de José Elorrieta, quien fue secretario general de ELA entre 1998 y 2008. 

Con la vuelta del PNV en 2012 al Gobierno vasco con Iñigo Urkullu como lehendakari —lo sería durante 12 años—, se creía que ELA reconduciría su camino y volvería a una cierta moderación, pero lejos de ser así, continuó su camino hacia la izquierda, donde se mantiene actualmente. De hecho, el propio Txiki Muñoz en su despedida como secretario general en 2019, se refirió al "autoritarismo" de Urkullu y reivindicó un sindicalismo de "contrapoder y confrontación" como el suyo. 

Un claro ejemplo de hasta dónde llegan las malas relaciones se puede ver en las últimas elecciones municipales de 2023, cuando el PNV ligó la pérdida de votos al sindicato de Mitxel Lakuntza. El propio Urkullu ha sido también, en varias ocasiones, crítico con ELA. El exlehendakari acusó al sindicato de buscar "un país asentado, principalmente sobre funcionarios, con una economía subsidiada y dependiente de los recursos públicos, mientras demoniza al sector privado" o de llevar a cabo "un diseño para que se avivaran y prendieran llama" a unos conflictos concretos. 

Iñigo Urkullu y Txiki Muñoz en febrero de 2013 / IREKIA

Pradales tiende puentes

Por ello, resulta fundamental para el nuevo Gobierno vasco reestablecer unas bases con el sindicato mayoritario del País Vasco que, en 2023, obtuvo una representación total del 40,79% en la CAPV con 8.920 personas delegadas en las empresas. Si bien el diálogo entre el Ejecutivo vasco y sindicatos como CCOO y UGT ha sido fructífero, queda de manifiesto que Pradales quiere mejorar los vínculos con ELA ya que, recientemente en una entrevista en El Correo, tendía puentes con todos los sindicatos y defendía su papel calificándolos de "fundamentales".

Con el fin de reducir la conflictividad y el absentismo laboral en Euskadi, el lehendakari pretende iniciar "una relación fructífera" y "trenzar colaboraciones y acuerdos" con todos ellos, incluido ELA. Y es que, justamente, este sindicato es el convocante de más de un 80% de las jornadas de huelga del año pasado. En este sentido, el nuevo lehendakari marca como eje principal "el diálogo y la negociación" para que la huelga sea un "recurso extraordinario". 

El lehendakari, Imanol Pradales, se ha reunido con el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, y la secretaria general adjunta, Amaia Muñoa / ADRIÁN RUIZ HIERRO - EFE

ELA se abre a un diálogo directo

Así pues, 11 años después, parece que ELA y el PNV retoman, en cierta manera, las relaciones con el fin de llegar a acuerdos. Por el momento, han valorado de forma positiva la voluntad de Pradales para establecer un diálogo, aunque piden que sea directo. 

A lo largo de la próxima legislatura, habrá que ver cómo evoluciona el diálogo entre ambas partes. Por lo pronto, desde el sindicato se muestran críticos con el acuerdo de gobierno entre jeltzales y socialistas, puesto que —consideran— "carece de medidas concretas que muestren una voluntad real de cambio en las primeras líneas de actuación de anteriores ejecutivos". 

Pradales continuará sus encuentros con los sindicatos el 19 de julio con LAB y CCOO, a falta de concretar la fecha con UGT. El 24 de julio será el turno de la Confederación Empresarial Vasca (Confebask). 

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