El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha documentado un total de 71 actos de apoyo a ETA en el contexto de las fiestas estivales que se celebran en diversas localidades del País Vasco y de Navarra. El colectivo ha alertado de que en 25 de esos 71 actos de apoyo a ETA y a sus presos han  sido directamente las instituciones públicas —ayuntamientos gobernados por EH Bildu— quienes han impulsado que se celebren ese tipo de actos mediante la inclusión de estos en sus programas oficiales de  fiestas.

Al decir de esta asociación de damnificados por el terrorismo, el resto de los actos han sido organizados o promovidos por EH Bildu y Sortu como partido político, así como por las asociaciones del entorno de la izquierda abertzale.

«Todavía no ha acabado el  verano y ya tenemos un dato preocupante que evidencia lo que siempre ha ocurrido en las fiestas  veraniegas de Euskadi y de Navarra: la apropiación indebida por parte de la izquierda abertzale de los  espacios festivos para la difusión de sus mensajes de legitimación del terrorismo y de apoyo a los  terroristas», ha denunciado Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite.

«Esto es impensable en cualquier  país democrático. ¿Nos imaginamos que en Francia hubiera habido pancartas a favor de la  excarcelación de terroristas yihadistas durante la celebración de los Juegos Olímpicos? Hubiera  sido un escándalo. En cambio, aquí, cuando se trata de apoyar a los terroristas de ETA  públicamente, pasa desapercibido a nivel institucional y social». 

Estos actos de apoyo a ETA consisten en pancartas, pintadas o carteles de exhibición de los rostros de  miembros de ETA que cumplen condena en prisión, acompañados de una petición de su excarcelación  para que vuelvan «a casa» (‘Etxera’); o en brindis, bailes y conciertos en los que se exalta a los miembros  de ETA y, de nuevo, se pide su excarcelación. Desde Covite han mostrado su preocupación por que  se difundan este tipo de mensajes en las charangas, ‘txosnas’ (casetas) y comparsas, facilitando así que  las nuevas generaciones asuman que los terroristas de ETA fueron héroes que merecen un aplauso o una  celebración pública, así como impunidad por sus crímenes.

«El reclamo de la vuelta a casa de los presos  de ETA solo indica lo que piensa la izquierda abertzale sobre el castigo penal que se les ha aplicado: que  es injusto e inmerecido, que no deberían estar en la cárcel por haber matado o ayudado a matar. Por eso  los llaman presos políticos una y otra vez», ha lamentado Consuelo Ordóñez. «Las fiestas estivales siempre han sido un escaparate ideológico y propagandístico para la izquierda abertzale. Esta jactancia  pública a favor de ETA no solo trivializa el sufrimiento de las víctimas y de sus familias, sino que envía  el peligroso mensaje de que la violencia terrorista puede ser justificada y celebrada».  

Para Covite es «especialmente preocupante» la exposición de las nuevas generaciones, que son  quienes principalmente asisten a estas fiestas, a los mensajes de glorificación del terrorismo. «Esta asfixiante exposición sistemática no solo distorsiona la percepción que puedan tener los jóvenes de  nuestra historia más reciente, sino que incrementa el riesgo de que se produzca una radicalización  violenta que suponga un peligro para el futuro de nuestra sociedad», han denunciado desde esta asociación.

El Colectivo ha calificado como «lamentable» la pasividad institucional con respecto de estos hechos, ya  que «nunca se ha realizado ningún esfuerzo por parte de nuestras instituciones públicas para que los  espacios festivos sean neutrales y no estén plagados de mensajes legitimadores del terrorismo». «Más  bien al contrario», han remarcado desde Covite, «algunos ayuntamientos gobernados por EH Bildu  directamente promueven estas manifestaciones a favor de los presos de ETA en sus programas oficiales  de fiestas, lo cual es de una gravedad extrema».

El colectivo de víctimas también ha criticado el papel de la sociedad civil con respecto de estos hechos, dado que «salvo honrosas excepciones, una gran mayoría de la  sociedad vasca y navarra asiste impasible, y sin ningún tipo de queja, a la apropiación indebida por parte  de la izquierda abertzale de los espacios festivos. Desde Covite queremos hacer un llamamiento a la  mayoría de la sociedad vasca y navarra a que no sea cómplice, por acción o por omisión, de esta  inmoralidad». 

Un ejemplo de un acto especialmente obsceno de glorificación del terrorismo y de los terroristas de ETA  fue la ‘Itxas Martxa’ celebrada en Plentzia (Vizcaya) el pasado 3 de agosto, durante la cual se empapeló  todo el pueblo con pancartas con los rostros de los terroristas presos y con el logo de SARE de ‘Etxera’  («A casa»), que representa la petición de excarcelación de los presos de ETA.

Por otra parte, en el municipio vizcaíno de Ondárroa, gobernado por la alcaldesa de EH Bildu Urtza Alkorta, que estuvo  condenada por colaboración con ETA, incluyó en su programa oficial de fiestas un «día a favor de la  excarcelación» de los presos de la organización terrorista, por poner otro ejemplo. «¿Hasta cuándo  vamos a tener que soportar esta jactancia pública a favor de ETA? Que el apoyo a asesinos convictos  sea el telón de fondo de las fiestas estivales en Euskadi y Navarra es inmoral, por mucho que esto se  asuma con relativa normalidad», han censurado desde el colectivo.

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