La vivienda es uno de los focos en el que las instituciones políticas están poniendo la atención. Con precios desorbitados, una demanda que no para de crecer y una oferta escasa, esta se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los vascos.
Presentados ya el presupuesto que el Gobierno vasco destinará a la Vivienda -con puntos tan importantes como que el 50% de las viviendas de alquiler asequible irán destinadas a jóvenes menores de 36 años-; la valoración y demanda de la oposición, no se ha hecho esperar.
Las propuestas de EH Bildu ya fueron trasladadas el pasado martes a Noël d'Anjou, por las representantes de la coalición abertzale, Nerea Kortajarena y Ohiana Etxebarrieta; y este domingo, ha sido el propio Pello Otxandiano el que ha profundizado en ellas, a través de su cuenta personal de X.
"Una política fracasada"
Ahí Otxandiano ha explicado que la actual política de vivienda considera al mercado el "principal proveedor de vivienda para que después el sector público trate de corregir los fallos del mismo mediante deducciones fiscales, prestaciones y avales a la compra. Esta es una política que se ha demostrado fracasada", ha asegurado.
El dirigente abertzale ha detallado que hoy en día se destinan 150 millones de euros a las prestaciones (Bizigune: 41 millones, Gazte-lagun: 25 millones, Prestación Económica para la Vivienda: 30 millones, Emantzipa: 53 millones) y alrededor de 300 millones a las deducciones por compra.
En total, el montante que se destina a prestaciones y deducciones por compra ronda los 450 millones de euros.
Otros paises europeos como referencia
Como referencia, ha apuntado que el presupuesto total del Departamento de Vivienda y Agenda Urbana es de 446 millones. "La cuantía destinada a prestaciones y deducciones se ha incrementado notablemente en los últimos años mientras el problema de la vivienda no ha hecho más que agravarse", ha insistido.
Y en esta línea, ha reclamado una política de vivienda que tome por referencia los países europeos más avanzados: "Hoy disponemos de suficientes herramientas y seguridad jurídica para empezar a andar este camino, y esta es, precisamente, una de las propuestas que ponemos encima de la mesa: una política de vivienda pública proactiva valiéndonos del margen superior de la legislación actual".
Frente a esta alternativa, ha criticado que hay quien pone el foco "exclusivamente en fomentar la oferta y mantiene la esperanza ciega en que el problema puede tener solución, sin modificar la política de vivienda en términos estructurales".