Son días de incertidumbre para una empresa histórica en Álava como Talgo. ¿Qué se puede hacer desde la administración para favorecer el arraigo? ¿Ve positivo el papel de Finkatuz?
Es muy difícil influir desde la administración en la participación accionarial. Muchas empresas no quieren tener como socia a la administración y luego el volumen de la inversión tendría que ser descomunal si quieres evitar deslocalizaciones. Pero también es verdad que hay ocasiones en que puede haber una participación pública, no defiendo la posición totalmente contraria, y Talgo puede ser una oportunidad.
¿A favor entonces de la entrada del Gobierno vasco en Talgo?
Lo que tiene que hacer la empresa es conseguir un capital suficiente, ojalá que sea vasco, como base principal del nuevo accionariado. Que haya una parte pública puede estar bien pero debe ser complementario. Lo que va a determinar si Talgo sigue en Euskadi es la participación privada, la apuesta de aquellos que van a arriesgar su dinero en Talgo para nuestra tierra.
¿Cómo de optimista es en relación a su regreso a Euskadi? Fue usted quien apuntó a una posible entrada de las antiguas cajas.
Si desde el sector privado en Euskadi se quiere apostar por Talgo, pues por qué el capital de las cajas vascas, que es bastante copioso y está prácticamente paralizado, no va a estar ahí. Creo que es una buena operación que renundaría también en la obra social de las fundaciones bancarias.
¿Una valoración de la reforma fiscal pactada por PNV y PSE?
Lo estamos estudiando, pero creo que es insuficiente y tiene elementos que son una penalización. Penaliza el ahorro y la inversión. No es lo que necesitamos. Debemos aprovechar el Concierto para paliar las debilidades que tiene la economía vasca, cuestiones como la conflictividad laboral o el absentismo.
¿Son esos los grandes males de la economía?
Restan competitividad. Entonces eso se tiene que compensar siendo más atractivos dentro de lo que podemos, y una opción es la oferta fiscal, que en Irlanda ha sido un éxito absoluto.
Sí hay algunas medidas en esos cambios que se plantean a las haciendas dirigidas a reducir Sociedades.
Lo que se plantea es cosmética. No se entra al fondo del asunto, aunque como digo lo estamos mirando ahora con expertos y hablaremos de nuestras alternativas próximamente. La lectura global es que es una reforma insuficiente que no va a ayudar a la economía vasca.
Aragón ha logrado 15.000 millones de inversión en tecnología. Eso antes venía aquí y ahora no porque hay un filtro ideológico. Los extranjeros no pueden escolarizar a sus hijos en inglés o español
Euskadi pierde peso progresivamente dentro del PIB del conjunto de España. ¿Por qué?
Este fin de semana he estado en Asturias con varios presidentes del PP, entre ellos el de Aragón (Jorge Azcón), que ha conseguido 15.000 millones de euros en inversión en tecnología a través de Amazon y Nvidia. Eso antes venía aquí, ahora no. La inversión extranjera se concentra en Madrid y no se perciben oportunidades de futuro.
Pero no me ha dicho por qué...
Porque hay un filtro ideológico que perjudica a la economía vasca, eso lo percibe la inversión. Vuelvo a lo de Aragón. Con esa inversión vendrá gente muy preparada, personal extranjero. No pueden venir a Euskadi porque no pueden escolarizar a sus hijos en inglés o en español. Eso es un freno tremendo al capital extranjero.
Se avanza, o al menos hay una primera cita para hablar del tema, en un nuevo sueldo mínimo en Euskadi. ¿Puede frenar la competitividad?
No creo que los salarios sean necesariamente un freno a a productividad. Históricamente en Euskadi los salarios eran más altos pero también lo era la productividad. Sí son problemas importantes la conflictividad y el absentismo. Tenemos un problema de pérdida de compromiso con el trabajo.
Por último le pregunto por la ley de transición energética de PNV, PSE y EH Bildu. La realidad es que no hay parques eólicos nuevos en Euskadi.
El dictado progre está ocupando todo el espacio público. No hay nadie que diga que hace falta inversión en parques eólicos o solares pese a las consecuencias que tienen, que son consecuencias que están asumidas en toda Europa. Si seguimos adoctrinados en la política progre seguiremos igual.