Javier Aroca durante una entrevista en la Cadena Ser.

Javier Aroca durante una entrevista en la Cadena Ser. Cadena Ser Andalucía

Política

Javier Aroca alerta sobre la democracia: "El estado profundo busca derribar al Gobierno"

El famoso tertuliano presenta un libro pensado para generar reflexión y espíritu crítico en una ciudadanía adormecida

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Javier Aroca es uno de los tertulianos más famosos de España. No esconde sus simpatías políticas. Ni se corta al expresarlas. Ahora, además, aterriza en las librerías con 'Democracia en alerta. La política desde el sofá' (Penguin), una obra pensada para generar reflexión y espíritu crítico entre una ciudadanía demasiado adormecida, entre otras cosas por el papel de los medios de comunicación. Sobre todo ello charla el autor con este diario. 

¿Quiénes son los principales enemigos de la democracia en España ahora mismo?

Todos aquellos que pretenden sobrevolar las urnas. Y seguir mandando para que no lo hagan los legítimos representantes elegidos por el pueblo a través de elecciones y el parlamento. Deslegitiman al propio Gobierno. No están solos. Hay una conjura, que se inició al principio de la legislatura, pero no tiene que ver con los graves casos de corrupción ni con lo que dijo Aznar, sino que son los poderes profundos del Estado que se han propuesto derribar al Gobierno.

¿Se refiere a los jueces y los medios?

Son parte del estado profundo. Los medios, no todos, claro, están jugando como operadores políticos, lejos de su función imprescindible de informar sobre lo que pasa. Es innegable el activismo político de algunos medios.

Y en el caso de la judicatura, hay un mal de fondo, la "juristocracia", que no reconoce al poder ejecutivo, pero que en casos extremos se ve en 'lawfare', reconocida por miembros del poder judicial, pero que no lo dicen para no pisarse la toga. 

¿Se refiere a casos como el del juez Peinado?

Hoy mismo está siendo desautorizado, ha habido que archivar una causa porque había un error en la instrucción, y curiosamente ha favorecido a personajes de la derecha más rancia.

Dice usted que este libro es "un llamamiento al pueblo para que se levante del sofá y vuelva a vivir la política no como mero espectador, sino como protagonista activo"... Explíquese

Uno de los triunfos del sistema que aspira a la nulidad de la democracia es conseguir que la gente se recluya en sus sofás y reciba la basura tóxica de determinados medios, sin ser agentes críticos que decidan tras una reflexión.

Lo está consiguiendo el sistema, cada vez nos individualizan más. En el libro insisto constantemente en que lo más revolucionario en la cabeza es negarse a aceptar esa información procesada y levantarse del sofá.

¿A qué se refiere con que las derechas llevan a cabo "estrategias muy sofisticadas para la reducción o control de la democracia"?

Evidentemente, los medios no son como hace 50 años, reservados para la gente más inquieta. Hoy llega la información a todo el mundo, sobre todo a través de la televisión. Por ejemplo, en programas de variedades donde se insufla constantemente ideología. La política se reduce a su expresión mínima, se desactiva y desanima a la gente para que se refugien en la abstención. Para que piensen que todos son iguales y que la política no sirve. 

¿La corrupción también pone en peligro la democracia?

Claro. La corrupción económica, con los corruptores, pero también la política, que consiste en colonizar las instituciones con elementos no democráticas que las malutilizan y las desprestigian, etcétera...

¿Qué responsabilidad tienen los medios en el desgaste de la democracia en España?

Son unos colaboradores necesarios. Una buena democracia no es posible sin unos buenos medios de comunicación. Están colonizados por el poder económico y el poder político.

Se ve con cualquier escándalo, con esa evidente colaboración entre determinados jueces, fiscales, periodistas y partidos. Un periódico vendido influye de forma muy creativa en el sistema. Los medios deberían ser el refugio de los demócratas, del pensamiento crítico.

Por último, ¿somos una democracia o una sociedad sin memoria?

Somos una democracia joven, que no ha echado músculo. Franco murió en el 75, son sólo 50 años. Tenemos déficits de educación, de formación, con poca trayectoria, por lo que los jóvenes y también muchos mayores se han olvidado de lo que es vivir en un sistema sin medios ni libertad. Hoy se habla con mucha ligereza y trivialidad sobre el rechazo de la extrema derecha a los sistemas democrático. Hay que refrescar la memoria, para ver que sin democracia no hay libertad.