El Gobierno vasco publicará una lista de las empresas israelíes con las que mantiene negocios

Como se esperaba, este jueves, el Parlamento vasco ha instado al Gobierno vasco a "revisar y, en su caso, elaborar y publicar un inventario actualizado" sobre las relaciones económicas del Ejecutivo con empresas israelíes y compañías que "participen de manera directa o indirecta en la ocupación ilegal de Palestina". 

Con la abstención de EH Bildu y Sumar y el rechazo del PP vasco y Vox, la enmienda a la totalidad presentada por los socios de gobierno, PNV y PSE-EE, ha salido adelante. 

El Parlamento vasco condena el "genocidio" de Israel contra la población de Gaza

El asunto ha llegado a la Cámara vasca a raíz de dos proposiciones no de ley de EH Bildu y Sumar que, posteriormente, han pactado una transaccional, rechazada por el resto de grupos políticos. 

Sumar señala a CAF

En su propuesta inicial, Sumar había incluido un punto en el que pedía al Gobierno vasco que elabore y publique un inventario "exhaustivo, actualizado y de libre acceso" sobre las relaciones económicas y comerciales con empresas israelíes o compañías "que participen de manera directa o indirecta en actividades vinculadas con la ocupación o represión de la población palestina", pero finalmente esta exigencia no se ha plasmado en la transaccional firmada con los abertzales.

En su iniciativa previa, la formación de Jon Hernández mencionaba a CAF y en el debate de este jueves también lo ha hecho. Hernández ha pedido "más contundencia" al Gobierno vasco a la hora de señalar a aquellas empresas que —considera— "hacen dinero a costa del genocidio". 

"Cuando particularmente hemos preguntado sobre la participación de CAF en el tranvía de Jerusalén, ni tan siquiera se ponen de perfil, defienden la participación de esta empresa en este proyecto, que es parte de una estrategia de exterminio", ha asegurado el parlamentario de Sumar. 

Por su parte, Bildu —que no ha hecho mención a ningún tipo de listado— ha apelado a que las administraciones públicas vascas "pongan fin a sus relaciones económicas con empresas israelíes" y también a que lo haga el sector privado. 

"Romper relaciones es un acto político y ético. El Gobierno vasco tiene que hacer una apuesta valiente por el pueblo palestino", ha señalado Diana Urrea. 

"Coherencia de políticas"

Desde el PNV han valorado positivamente lo aprobado este jueves en el Parlamento vasco. Por una parte, revisar "las posibles relaciones del Gobierno vasco" con este tipo de empresas, así como "garantizar que la contratación pública respete las normas internacionales, en coherencia con los compromisos institucionales del Gobierno vasco y los estándares de la Unión Europea". 

Maitane Ipiñazar ha puesto en valor las acciones llevadas a cabo por el Gobierno vasco. "Lo que me parece curioso es que solo se haga referencia a una institución. La idea que se quería trasladar es que el Gobierno vasco no hace nada". 

Además, ha mostrado su enfado porque "algunos dirigentes políticos han llegado a decir que este gobierno es cómplice del genocidio". "Pues para serlo, qué bien lo disimula", ha apuntado la parlamentaria. 

Ipiñazar también ha criticado los actos de Netanyahu y "la actitud irresponsable de Hamás respecto a su pueblo". 

Asimismo, la jeltzale ha pedido "coherencia de políticas" porque "no vale con quedarnos en las palabras, detrás de la pancarta". 

Por su parte, el PSE-EE ha destacado que existen puntos de entendimiento entre la iniciativa de los socios de Gobierno y la de Bildu y Sumar, algo que también han reconocido estas dos formaciones.

Miren Gallastegui ha lamentado no haber podido llegar a un acuerdo porque comparten "principios y fundamentos". 

Y dirigiéndose al parlamentario de Sumar, ha asegurado compartir la idea de que "todas las medidas en cualquier ámbito del debate nunca son suficientes del todo mientras no se consiga el objetivo definitivo", pero —ha insistido— "ayudan mucho". 

El PP vasco ha criticado que la enmienda "solo ponga el foco en Israel" y ha pedido que se condene también el terrorismo de Hamás. 

Para Vox, romper las relaciones económicas es "utilizar esta causa de forma política, alargar el conflicto y torpedear la paz".