En el cincuenta aniversario del fusilamiento de Txiki y Otaegi a manos del régimen franquista, se ha abierto un abanico de episodios, reivindicaciones y dudas que no han dejado indiferente a nadie.
Lo último fue la petición de los familiares de los dos jóvenes —canalizada a través de la delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia—, para que se reconociese que los consejos de guerra que juzgaron ambos jóvenes fueron "ilegales e ilegítimos".
Esta solicitud, trasladada a comienzos de año, ha sido aprobada por el Gobierno de Sánchez reconociendo que los juicios y condenas celebradas para condenar a Juan Paredes Manot — más conocido como Txiki—, y Ángel Otaegi, fueron ilegales e injustos.
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¿Quiénes fueron Txiki y Otaegi?
"Txiki y Otaegi son víctimas del franquismo, pero no hay que borrar su pasado terrorista", aseguró a este diario Gaizka Fernández, historiador y responsable de Investigación del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
En este sentido, ambos jóvenes pertenecían a la banda terrorista ETA y fueron fusilados el 27 de septiembre de 1975 a manos del régimen franquista, tan solo dos meses antes de que muriera Franco. De hecho, se trata de las últimas ejecuciones del régimen previo a la Transición.
La dictadura franquista les condenó a muerte por su implicación en los asesinatos de los policías Lucio Rodríguez Martín y Ovidio Díaz López, así como por los guardias civiles Gregorio Posada Zurrón y Antonio Pose Rodríguez.
Pero, ahora, el Gobierno central ha reconocido oficialmente que los juicios que condenaron a fusilamiento a Txiki y Otaegi fueron ilegales e injustos, y ha dado la razón a sus familias con un reconocimiento simbólico y de reparación.
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Las últimas cinco ejecuciones del régimen de Franco
Bajo este mismo episodio también fueron fusiladas otras tres personas pertenecientes al frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP): José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz.
Los cinco asesinados conformaron las últimas ejecuciones de la dictadura franquista.
Mientras que los tres miembros del FRAP fueron fusilados en Madrid, Txiki y Otaegi fueron en Barcelona y Burgos, respectivamente.
