El ayuno intermitente: beneficios, recomendaciones y líneas rojas
Eider Sánchez, nutricionista de Policlínica Gipuzkoa, explica el funcionamiento y los beneficios y peligros de esta popular práctica
4 mayo, 2022 00:10En los últimos tiempos se ha hablado mucho del ayuno intermitente, asociándolo a un método para la pérdida de peso. Sin embargo, esta práctica, como otras tantas que se ponen de moda, puede conllevar un riesgo, más aún si se trata de una actividad relacionada con la alimentación.
“El ayuno es una estrategia nutricional en la que se intercalan periodos -o ventanas- de ingesta de alimentos con otros de ayuno, tratando de delimitar la ingesta calórica a un horario determinado y ayunar el resto”, explica la nutricionista de Policlínica Gipuzkoa Eider Sánchez.
Eider Sánchez, nutricionista de Policlínica Gipuzkoa / QUIRÓNSALUD
Tipos de ayuno
La especialista apunta, además, que “en diferentes estudios se ha demostrado que la reducción de peso que se consigue no va más allá de la propia disminución calórica; es decir, que el ayuno como tal no implica mayor beneficio que la disminución de peso”.
Existen diversos tipos de ayuno, aunque el que cuenta con mayor aceptación popular en la actualidad es aquel que intercala en un mismo día periodos de ingesta y de ayuno. Dentro de este ayuno de jornada hay diferentes opciones, aunque la doctora Eider Sánchez señala que “el más habitual es el de 16/8, que comprende ayuno de 16 horas y 8 de ingesta; también existe el 12/12 y 20/4”. “También existe ayuno por días, es decir, cinco días de ingesta y dos de ayuno”, aclara la nutricionista.
Doble condicionante
El ayuno intermitente “no es mágico ni milagroso, sino una estrategia nutricional más para la disminución de peso”, dice la especialista a la vez que advierte de que es fundamental seleccionar bien el paciente que la practique: “Toda dieta o estrategia nutricional tiene que ser como un traje a medida. La que sirve a una persona puede no servir a otra”, insiste.
En ese sentido, para que el ayuno tenga éxito es necesario que se cumplan dos condiciones. Por un lado, que la persona “esté bien seleccionada y sea apta” para este tipo de estrategia. Se trata de pacientes “con un buen patrón alimentario y con la base nutricional bien implantada de manera natural, que no tengan mala relación con la comida y que tengan claro que no es una dieta milagrosa”.
Peligros
La práctica del ayuno intermitente también tiene líneas rojas que no se deben sobrepasar, sobre todo si una persona no es apta o no la realiza de forma conveniente. “Personas con una mala relación con la comida, que sufran de ansiedad y se den atracones o pacientes con problemas psiquiátricos” deben renunciar a ella, alerta la nutricionista de Policlínica Gipuzkoa. “Evidentemente, también está restringido en personas en estado de crecimiento como embarazadas, lactantes, niños o adolescentes”, afirma.
Por otro lado, es vital que el ayuno esté “integrado dentro de un patrón alimentario saludable” en el que las horas de ingesta tengan “una planificación nutricional”, porque de nada vale ayunar para luego malcomer. Para que esta práctica tenga éxito es necesario llevar “una alimentación repleta de verduras, hortalizas, frutas y rica en legumbres, con proteínas y grasas de calidad, frutos secos… evitando alimentos procesados”.
La estrategia
Ayunar puede resultar difícil en mayor o menor medida. Por eso hay que tratar de facilitar las cosas al organismo e incluir en el periodo de ayuno las horas de sueño. Ese horario “implica saltarse una o dos comidas principales, como son el desayuno y la cena”, propone Eider Sánchez.
La nutricionista puntualiza que durante el periodo de ayuno “está permitida la ingesta” de ciertas bebidas, como “agua, con o sin gas, que se puede aromatizar con hierbas aromáticas -menta, hierbabuena…- o rodajas de cítricos; café sólo, sin leche, con algún edulcorante acalórico; caldos muy bien filtrados e infusiones y tés”. También se permiten las bebidas refrescantes no azucaradas, pero la doctora Sánchez recuerda que “no son una opción saludable”.
Beneficios y desventajas
Aunque es lógico albergar algunas dudas sobre su idoneidad, todo paciente que se decida a llevarla a cabo debe hacerlo siguiendo las recomendaciones apuntadas por la especialista. Si esa persona no es apta o no planifica adecuadamente el ayuno, puede derivar en “déficit nutricional, migrañas, deshidratación o problemas de ansiedad, irritabilidad, conciliación de sueño y concentración”.
A pesar de estas posibles desventajas, estudios e investigaciones recientes han registrado ciertos beneficios del ayuno intermitente. El retraso del envejecimiento y la mejora de la respuesta del sistema inmunitario son algunas de ellas. “Parece que puede tener efectos beneficiosos en la prevención de enfermedades neuronales y también a nivel oncológico parece reducir los efectos tóxicos de la quimioterapia y mejorar el propio efecto del tratamiento», añade la especialista.