El País Vasco es una de las regiones más fascinantes de España, con una riqueza paisajística que va desde las montañas verdes del interior hasta la imponente costa cantábrica. Sus acantilados, playas y bosques crean postales inolvidables, y cada rincón tiene su propia identidad. Además, Euskadi no solo es famoso por su belleza natural, sino también por su gastronomía, su cultura arraigada y su historia milenaria.
Entre los muchos encantos que ofrece Euskadi, sus pueblos marineros destacan por su autenticidad y tradición pesquera. Pequeñas localidades con calles empedradas, puertos coloridos y casas con balcones de madera adornadas con flores. Hondarribia, Getaria o Bermeo son ejemplos de esta esencia marinera, donde la vida gira en torno al mar y donde la pesca sigue siendo una parte fundamental del día a día.
El pueblo marinero más bonito
Sin embargo, hay un pueblo que destaca por encima de todos, considerado el más bonito de Euskadi: Mundaka. Según National Geographic, esta joya marinera no solo es un destino encantador, sino también un lugar lleno de leyendas y naturaleza, famoso por su ola izquierda, considerada una de las mejores del mundo para la práctica del surf.
Su ubicación privilegiada en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai lo convierte en un enclave único, donde la belleza del entorno se mezcla con la tradición pesquera y la cultura vasca.
Mundaka es un pequeño paraíso costero situado a solo 38 minutos de Bilbao. Pasear por sus calles es sumergirse en la historia de un pueblo que ha sabido conservar su esencia marinera. El puerto, con sus barcas de colores flotando sobre el agua, es el corazón del pueblo y un lugar perfecto para degustar pintxos de pescado fresco mientras se disfruta de las vistas al mar Cantábrico. La Iglesia de Santa María, con su arquitectura gótica y su privilegiada ubicación frente al mar, es otro de los rincones que no se pueden dejar de visitar.
Para los amantes de la naturaleza, Mundaka es la puerta de entrada a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, un entorno protegido donde se pueden observar aves, recorrer senderos entre marismas y descubrir playas vírgenes. Además, el mirador de Portuondo ofrece una de las mejores panorámicas de la ría de Mundaka, ideal para capturar la esencia de este lugar mágico.
Por supuesto, ningún viaje a Mundaka estaría completo sin ver a los surfistas desafiando la famosa ola izquierda. Esta ola atrae a surfistas de todo el mundo, convirtiendo a Mundaka en un punto de referencia dentro del circuito internacional del surf. Ya sea para disfrutar del espectáculo o para animarse a probar, este fenómeno natural es parte de la identidad del pueblo.
Mundaka es, sin duda, un destino que lo tiene todo: historia, belleza natural, tradición marinera y un ambiente único. Un rincón del País Vasco que deja huella en todos los que lo visitan.