El Versalles cerca de Euskadi. iStock
No es Versalles: el palacio más impactante cerca de Euskadi que debes visitar una vez en la vida
Ubicada en el hermoso pueblo pesquero de Cudillero, la casa principal guarda un gran patrimonio artístico.
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El norte de España es una zona diferenciada del resto por su cultura, gastronomía, historia, lenguas, belleza natural y por guardar una arquitectura única. Desde impresionantes fortalezas y balnearios preciosos hasta casas de colores, puentes y museos asombrosos y unos palacios de cuento que reflejan la riqueza histórica de cada una de las regiones.
Esta zona, en concreto, registra numerosos palacios perfectos para visitarlos en Semana Santa, época ideal para realizar excursiones y descubrir localidades nuevas. Estos, que servían como residencias, hoy son museos o centros culturales. Construcciones que merecen una visita por ser testigos de la historia española.
Desde Galicia y Asturias hasta Cantabria y Euskadi, estas antiguas residencias señoriales fusionan estilos góticos, renacentistas y barrocos, lo que hace que las visitas sean emocionantes. Sobresalen el Palacio de la Magdalena en Santander y el Palacio de Miramar en San Sebastián, así como el Palacio de los Duques de Villafranca en Asturias, que es un símbolo de la nobleza local.
Palacio Selgas, el Versalles asturiano
En Asturias, además, sobresale otro palacio no tan conocido como los ya mencionados, pero que impacta por parecerse al popular palacio de Versalles francés. Este es el Palacio Selgas, temporalmente cerrado, pero que hay que visitar alguna vez en la vida.
Ubicada en El Pito, en el hermoso pueblo pesquero de Cudillero, la casa principal de La Quinta de Selgas guarda un gran patrimonio artístico, ya que fue en el siglo XIX cuando los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas Albuerne "decoraron su casa de campo en Asturias" con una imponente colección de obras de arte. Así lo expone la Fundación Selgas-Fagalde en su web.
Los miembros de la familia Selgas Albuerne y Selgas-Fagalde obtuvieron "para mayor exornación" de la casa de campo que tenían en Asturias La Quinta de Selgas. Una vivienda temporal que tuvo la familia hasta 1992, año en el que pasó a formar parte del patrimonio de la Fundación Selgas-Fagalde. "Una 'burbuja histórica' que se ha mantenido en el devenir del tiempo manteniendo aún vivo el espíritu filantrópico e ilustrado de una familia burguesa a finales del siglo XIX".
Gran salón y alcoba. Fundación Selgas-Fagalde
Los hermanos quisieron construir la nueva casa de La Quinta debido a las "carencias de habitabilidad" que albergaba la casa vieja. Así, las obras de construcción empiezan en 1884. Hoy, el edificio alberga un sótano, planta baja, planta principal y sotabanco, "reflejando los rasgos característicos" de la arquitectura italiana del siglo XVI.
El interior, de tonos cálidos, se levantó con "mobiliario de su época" y también de siglos anteriores. "En las dependencias distribuidas en la planta baja y en la planta principal se conserva la amplia colección de arte que la familia adquirió durante años en España y en diversos países europeos".
El Mirador del Comedor. Fundación Selgas-Fagalde
La planta baja cuenta con un vestíbulo, comedor, una sala Luis XIII, Gran Salón Luis XVI, Sala Luis XV, Biblioteca y escalera principal, mientras que la planta primera incluye un pequeño salón o sala norte, alcoba Angelitos, alcoba Leones, tocador Luis XVI, alcoba Luis XVI, alcoba La Noche y alcoba Pompeyana.
Asimismo, guarda un precioso pabellón de tapices de los siglos XVI y XVII. "Las obras de reforma de este edificio de estilo neoclásico, para albergar en condiciones idóneas la colección de tapices, data de los años 50 del pasado siglo XX". En el interior, uno podrá toparse con nueve tapices de las manufacturas de Bruselas de los siglos XVI y XVII. Estos "reproducen" paisajes propios de la Biblia y uno representa "una escena mitológica".
Pasear por el exterior del edificio es toda una experiencia. A lo largo de los edificios se extienden tres jardines distintos: el francés, italiano e inglés, y un invernadero. El primer proyecto se originó en 1864 por Fortunato de Selgas, pero los jardines "no se hicieron realidad hasta dos décadas más tarde". En "su sueño" fueron relevantes y se fijaron en las modas de la época.
El jardín inglés. Fundación Selgas-Fagalde
Además, en el edificio existe una colección de objetos didácticos que se utilizaron en el siglo XX en las Escuelas Selgas fundadas en el año 1915 como "institución benéfica y docente". Estas buscaban ayudar educando a los niños de ambos sexos residentes en los pueblos de Habana, Aroncés, Atalaya y El Pito.
Uno no puede perderse, entre las maravillas ya mencionadas, la Iglesia-Panteón Jesús Nazareno, fuera de La Quinta. Una construcción del año 1914 y que fue inaugurada por la infanta Doña Isabel de Borbón. "Responde a una reinterpretación de un románico del siglo XII, según la corriente historicista del siglo XIX".
La iglesia. Fundación Selgas-Fagalde
En esta se hallan una planta de cruz latina y una "amplia nave de tres tramos" en altura, con una arquería hermosa, un claristorio, un triforio y unas capillas laterales. "Los pilares son sencillos y fuertes arcos fajones soportan una bóveda de medio cañón aligerada por lunetas", añaden desde la web.
