Muchos viajeros con la vuelta al cole comienzan a mirar el calendario para organizar las próximas escapadas. Sin embargo, a menudo ponemos la vista en el extranjero para explorar nuevos destinos, ignorando las maravillas que tenemos cerca.
En muchas ocasiones, planear un viaje internacional resulta complicado debido a limitaciones económicas, horarios ajustados o el estrés de la logística. Pero, ¿y si el paraíso que buscas está más cerca de lo que piensas?
Oñati, conocido popularmente como el “Toledo vasca”, está encajado en un entorno natural de postal, al pie del Parque Natural de Aizkorri-Aratz. Las montañas, siempre presentes en el horizonte, marcan el ritmo de la vida local. Senderos, bosques y prados invitan a quienes buscan desconexión a salir a caminar, a respirar aire limpio y a volver con la sensación de haber viajado en el tiempo.
Pero Oñati no es solo naturaleza. Su casco histórico, con calles empedradas y edificios renacentistas, sorprende al visitante que espera encontrarse con un simple pueblo de montaña. Aquí se levanta la antigua Universidad Sancti Spiritus, del siglo XVI, que fue la primera del País Vasco, y el imponente Santuario de Arantzazu, lugar de peregrinación y símbolo espiritual incrustado en la roca.
Oñati / Ayuntamiento Oñati
Uno de los pueblos más bonitos de España
Uno de los grandes atractivos de Oñati frente a otros pueblos de montaña es que combina la tranquilidad del entorno rural con la comodidad de contar con servicios básicos. Con unos 11.000 habitantes, no es una aldea aislada, pero tampoco una ciudad con el ajetreo de la vida urbana. Supermercados, pequeños comercios, restaurantes y actividades culturales forman parte de su día a día, lo que convierte la idea de instalarse aquí en algo realmente viable.
Otra de las razones por las que Oñati sobresale frente a competidores como Aramaio, Atxondo o Zerain es su situación estratégica. Está relativamente cerca de las tres capitales vascas: a menos de una hora de Vitoria, San Sebastián y Bilbao. Esta ubicación lo hace atractivo para quienes desean tranquilidad entre semana o los fines de semana, pero sin renunciar a una escapada rápida a la ciudad cuando hace falta.
Un lugar con historia
Es un lugar con historia, con identidad y con un entorno natural privilegiado que no renuncia a mirar hacia adelante. Una casa aquí no es solo una inversión inmobiliaria: es una apuesta por un estilo de vida más pausado, más conectado con la tierra y con la comunidad.
Quizá por eso, entre tantos pueblos hermosos de Euskadi, la balanza se incline hacia Oñati. Porque no se trata únicamente de elegir una montaña, sino de encontrar un lugar donde la vida tenga otro ritmo. Y en eso, este rincón guipuzcoano parece haber encontrado la fórmula perfecta.
