El terrorismo en España se ha llevado por delante la vida de 1.453 personas en el país y también españoles en el exterior y ha dejado la friolera de 4.977 heridos. Desde hoy estas víctimas cuentan en Vitoria con un centro creado para honrarlas, deslegitimar a los violentos y evitar que nuevos nombres hagan crecer esta lista, ya demasiado numerosa.  

El Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo comenzó a gestarse hace ya 10 años y hoy ha sido inaugurado por los reyes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Iñigo Urkullu. Este lugar recorre la historia del terrorismo en España desde 1960, año de la muerte de la niña Begoña Urroz en un atentado del grupo antifascista DRIL, hasta la actualidad.  

Una retrospectiva que ilustra la evolución de la violencia terrorista desde el respaldo social, también fuera de Euskadi, del que gozó ETA durante el franquismo, los años de plomo en los 80, la socialización del sufrimiento en los 90 y la irrupción del yihadismo con su máximo "esplendor" en los últimos 20 años. 

El rey Felipe VI ha pronunciado un discurso durante la inauguración en el que ha hecho referencia a la memoria de las víctimas como un "elemento esencial para evitar cualquier legitimación o o justificación del terrorismo y para que no se vuelva a repetir el injusto dolor causado a las víctimas. La memoria es imprescindible para preservar la verdad, la dignidad y la justicia".

El presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, ha incidido en que la sociedad aún sigue “sujeta a la amenaza de nuevas formas de terrorismo, con un alcance internacional, y con capacidad para golpear en cualquier momento y lugar”. Así pues, ha hecho referencia a los dos periodistas asesinados hace un mes en Burkina Faso, David Beriain y Roberto Fraile.  

Por si parte, el director del Memorial, Florencio Domínguez ha insistido en que uno de sus principales objetivos es que "los más jóvenes sepan lo que implica la violencia, sean conscientes de a dónde conducen los discursos del odio y entiendan que nada disculpa la vulneración de los derechos humanos más básicos como hace el terrorismo”

Acto de inauguración del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. / CV

Sentir de cerca a las víctimas 

El centro aborda el terrorismo desde un doble prisma: uno informativo y pedagógico para explicar este fenómeno de una manera analítica y racional, y otro más emocional encaminado a humanizar a las víctimas poniéndoles cara, mostrándolas en familia en vídeos caseros antes de que la barbarie pusiera fin a sus vidas o conociendo en voz de sus allegados el dolor inmenso de su pérdida. 

La visita arranca con un audiovisual inmersivo: una proyección sobre tres de las cuatro paredes de una sala de imágenes de atentados intercaladas con otras actuales del mismo lugar con el testimonio de una víctima relatando lo ocurrido como telón de fondo.  

Para sentir aún más de cerca a la víctimas, también se puede ver un montaje audiovisual de videos caseros con imágenes de la boda del dirigente del PP, Gregorio Ordoñez, y la luna de miel del socialista, Fernando Buesa, además de escenas tan llenas de emoción como bautizos, comuniones y fiestas de cumpleaños.  

La siguiente escena golpea aún con más crudeza al espectador. Se trata  del rincón dedicado a los "ataúdes blancos", los 35 niños muertos en atentados, principalmente de ETA, que asesinó a 21, y del yihadismo, 9. 

Pero si hay un elemento verdaderamente impactante y sobrecogedor es la réplica del zulo en el que ETA encerró al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara durante 532 días. Un espacio subterráneo de 3 metros de largo, 2,5 de ancho y 1,8 de altura transmite angustia y claustrofobia, y transporta a un época muy oscura de la historia de España.

Uno de los paneles informativos que integran el nuevo Memorial. / EP

Poner nombre y cara a los perpetradores 

Las víctimas son el eje central del Memoria, pero conocer este terrorismo que tanto daño ha hecho a España y a la sociedad, también pasa por conocer más sobre los autores de esta violencia y sobre quienes los persiguieron: las fuerzas policiales y la sociedad como conjunto.  

En este espacio también se van a poder ver fichas con datos personales y aficiones que los etarras rellenaban al entrar a formar parte de ETA. Notas de seguimiento de sus objetivos, documentación falsa, boletines internos de la organización, cartas de extorsión dirigidas a empresarios e incluso armas y artefactos explosivos.  

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están reflejadas por su parte a través de sus herramientas de trabajo: un buzo de los Tedax, un robot desactivador de bombas, inhibidores de frecuencias o trípticos con fotos de etarras que entregaban a los amenazados para que reconocieran a posibles agresores. 

El centro recuerda también la respuesta de la clase política, desde los desencuentros que perduraron años a la unanimidad con la que el Congreso aprobó la ley de reconocimiento de víctimas; así como la respuesta social, desde la vergonzosa indiferencia inicial a las masivas manifestaciones de repulsa y las muestras públicas de dolor por la violencia. 

Espacio sobre la respuesta policial al terrorismo. / EP

Algunos sectores no lo ven con buenos ojos 

Simultáneamente a la inauguración del memorial, una quincena de colectivos habían convocado para hoy una concentración de rechazo. Estas asociaciones memorialistas han citado a la ciudadanía a mostrar su rechazo contra este centro porque consideran que supone un "ataque a la convivencia", por su "visión excluyente" que deja fuera "a miles de víctimas de la violencia ejercida por los aparatos del Estado". Algunos de estos colectivos que han participado han estado la Asociación Víctimas del 3 de marzo, Durango 1936, Gernika Memoriaren Lekuko, Gernika batzordea y Sanfermines 78 gogoan. Victimas que no están incluidas dentro del Memorial.

Han sido decenas de personas las que se han concentrado en los alrededores del memorial. En un lado resonaban los gritos de "Borboi kanpora" mientras en la otra parte se escuchaba "Viva el rey", "Sánchez dimisión" y "Marlaska dimisión".

Por parte de los partidos políticos vascos tampoco ha unanimidad sobre esta apertura. La principal  nota discordante llega de la mano de EH Bildu que cree una "irresponsabilidad" abrir un memorial que, en su opinión, pretende "hipotecar la construcción de la paz y la convivencia" con un "relato tuerto", que" emana naftalina". Para ellos se trata de un "búnker memorialista, un instrumento para consagrar la categorización de víctimas, por el que algunas tendrán todo el apoyo institucional, mientras otras muchas no tendrán nada". 

Podemos Vitoria también ha mostrado ciertas reticencias porque considera que este centro presenta "algunas carencias importantes", haciendo referencia principalmente a las víctimas del 3 de marzo, hechos ocurrido precisamente en Vitoria, y a las de los abusos policiales de motivación política. La formación morada reclama una memoria colectiva y compartida del sufrimiento padecido, que se asiente en el "reconocimiento plural de las diversas violaciones de derechos humanos y sus responsabilidades".