El pasado 13 de septiembre, ETB2, el segundo canal de televisión de la televisión pública vasca, empezaba a emitir un nuevo programa bajo el lema "Nos echamos a la calle". Por primera vez, los periodistas de la cadena vasca se lanzaban a la calle para grabar imágenes, entrevistas e incluso emisiones en directo con sus propios móviles y la ayuda de un palo "selfie". El mismo día que la cadena vasca estrenaba la nueva apuesta, con la que pretende recorrer Euskadi de la forma más cercana posible, se generaba un gran revuelo en Twitter. La nueva técnica de reporterismo generaba un intenso debate en las redes y recibía duras críticas profesionales de la cámara y periodistas. El debate ha llegado también al Parlamento vasco y el director general de EiTB, Andoni Aldekoa tendrá que dar explicaciones ante la petición registrada el pasado viernes por el grupo parlamentario de EH Bildu.

Un modelo emergente

El debate sobre esta propuesta televisiva no es nuevo y es una alternativa que juega con la elaboración de contenidos con pocos medios, al estilo en el que trabajan muchos 'youtubers' que, en cambio, consiguen unas elevadísimas audiencias. No es la primera vez que el periodismo móvil está presente en la televisión. En España, esta práctica es una realidad desde hace años. Un claro ejemplo está en Atresmedia, que en varias ocasiones ha realizado conexiones en directo o grabaciones de programas como 'Convénceme', presentado por Mercedes Milá, con el teléfono móvil. 

La coalición independentista, en cambio, critica que esta nueva forma de hacer periodismo menosprecia la labor de los que se dedican a este sector y recriminan que deja entre ver la precariedad que existe en el ámbito audiovisual. La formación "quiere entender las razones por las que Andoni Aldekoa ha decidido dar el visto bueno a un programa como este". También le plantean si cree que este contenido cuenta con suficiente calidad como para ser emitido o cuál ha sido el coste que ha supuesto cada emisión para la cadena. 

Antes las cuestiones planteadas por el grupo parlamentario liderado por Maddalen Iriarte quiere saber si verdaderamente se trata de un programa que pretende convertir en "más fresco" y en estilo de redes sociales el formato o si por el contrario, es un despliegue "cutre" que hace que se pierdan puestos de trabajo de producción y cámaras.