Este miércoles, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reune con los presidentes autonómicos para evaluar posibles medidas que ayuden a contener la expansión descontrolada del virus en una reunión de presidentes a la que Urkullu asistirá telemáticamente. El lehendakari volverá a pedir el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores y que se introduzcan cambios legales para que las autonomías tengan "garantías jurídicas" al aplicar restricciones. El objetivo, según explicó Sánchez, es posibilitar "medidas compartidas" entra las autonomías para hacer frente al estallido de los contagios, aunque desde la Moncloa descartan, por el momento, la adopción de medidas de restricción de la movilidad a escala nacional y abogan por insistir en las "fundamentales" como la vacunación, el uso de la mascarilla y el resto de medidas de prevención sanitarias.
El Gobierno vasco está totalmente desbordado por la pandemia que lleva ya casi tres meses de ascenso consecutivo en Euskadi y que sitúa a la comunidad vasca con un nuevo récord de contagios diarios al registrarse a lo largo de ayer 2.711 positivos, y un nuevo máximo de incidencia acumulada de 1.245,53 casos por 100.000 habitantes en 14 días. Y, a pesar de estar viviendo los días con mayor transmisión del virus de toda la pandemia a las puertas de la Navidad, el Ejecutivo aboga por emitir recomendaciones en vez de aplicar restricciones, dejando patente su inacción para afrontar medidas que intenten paliar los contagios por coronavirus.
Ley antipandemia de Euskadi
El lehendakari, Iñigo Urkullu, delega en el Gobierno de Madrid la toma de decisiones cuando la Ley antipandemia vasca faculta al Labi para, por ejemplo, tomar medidas en cuanto a aforos y horarios comerciales, pero Urkullu ha tomado la vía de protestar y reclamar ante Madrid para que "adopte medidas comunes" en todo el país con la excusa de obtener "cobertura legal", aunque Euskadi pueda aplicar desde ya otro tipo de iniciativas preventivas que ayuden a contener al virus. Las restricciones y, más a dos días de Nochebuena, suponen un alto coste político y social; un precio que el Gabinete Urkullu prefiere no pagar y, por ello, se encomienda al Gobierno de Sánchez.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha señalado que "ya existen medidas en Euskadi" y una serie de "pautas para Navidad" por lo que "no va a ir más allá" en su planteamiento que requerir medidas comunes para todas las comunidades autónomas. Una postura que contrasta con la adoptada por Cataluña donde el Govern ha establecido las restricciones de la época más dura de la pandemia con cierre del ocio nocturno, limitación de aforos y toque de queda de 1 a 6 de las madrugada. Decisiones que requieren de la aprobación del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), pero que al Govern no le ha temblado la mano a la hora de dictarlas ante la magnitud del avance de la pandemia.
Hace escasamente dos semanas que el lehendakari reactivó, por tercera vez en la pandemia, la emergencia sanitaria, que posibilita la aplicación de la ley contra la covid 19, ante la "urgente" necesidad de adoptar nuevas medidas, pero la única que se ha adoptado es la del 'pasaporte covid'. Se desconoce también cuando va a volver a reunirse el Labi que es quien debiera dictar las políticas a llevar a cabo para hacer frente a la pandemia y no se ha acordado nada de nada, más allá de recomendar a los municipios con una tasa mayor a los 150 contagios que suspendieran actos que pudieran suponer aglomeraciones. Es más, en los últimos meses se levantaron todas las restricciones salvo el uso de mascarillas en interiores y en exteriores en caso de aglomeraciones, el aforo al 80% en grandes eventos cerrados y la prohibición de comer en los cines o en los campos de fútbol.
Urkullu pide uniformidad estatal sin aplicar un criterio unificado en Euskadi
Euskadi pide uniformidad en las medidas a nivel estatal para poder hacer frente a la pandemia y reclama, por ejemplo, que Sánchez instaure la obligatoriedad de la mascarilla en la calle; pero es incapaz de ofrecer un criterio común respecto a los actos y cabalgatas navideñas. El Labi propuso evitar estas celebraciones y Sagardui mantuvo contactos con los alcaldes de las tres capitales vascas y Eudel a tal efecto, pero finalmente tanto Gorka Urtaran como Juan Mari Aburto y Eneko Goia, todos del PNV y miembros también del Labi, han decidido garantizar la presencia de Olentzero, Mari Domingi y los Reyes Magos en sus ciudades, ya sea con recepciones en espacios interiores, en el caso de Bilbao, o con cabalgatas "adaptadas" a un mayor recorrido y "sin tirar caramelos" en Vitoria y San Sebastián. Y eso que dentro de las "recomendaciones navideñas", el Gobierno Vasco aconsejaba suspender actos colectivos como ferias, mercadillos, cabalgatas y cotillones.
En pleno récord de contagios y a las puertas de un periodo festivo en el que se producen numerosas reuniones sociales, Lakua aboga por "las recomendaciones" al anunciar un paquete de medidas navideño que sugiere "evitar abrazos y besos" en los encuentros, eludir gritar o cantar para rehuir la emisión de aerosoles y reunirse un máximo de 10 personas de como muchos dos unidades familiares, entre otras. A ellas, se suman las actuales medidas de prevención en vigor ya conocidos por todos como la higiene de manos, evitar aglomeraciones, ventilar espacios cerrados, el uso de la mascarilla y la vacunación.